CIUDAD DE MÉXICO.- Gabriela Cuevas Barrón y Roberto Gil Zuarth, senadores del Partido Acción Nacional (PAN), consideraron como un error que no se grabara la conversación telefónica del pasado 27 de enero entre los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump, en la cual se presume que el mandatario de Estados Unidos, advirtió que enviaría tropas a México para combatir el narcotráfico.

El exsecretario particular del expresidente Felipe Calderón, Roberto Gil, declaró que es una práctica común entre mandatarios, que las conversaciones consten en archivos de audio. De hecho en Estados Unidos, es una práctica regular que se transcriban las conversaciones para etiquetarlas como documentación de seguridad nacional y se manejan bajo estricta confidencialidad.

En México,  la Ley de Transparencia obliga al gobierno federal acumular y conservar todos los elementos que formen parte de sus deliberaciones y de su toma de decisiones.

De acuerdo con Gil Zuarth, más allá del debate legal de si existe o no la obligación de grabar estas conversaciones, transcribirlas y archivarlas, el gobierno de Peña Nieto debió por precaución guardarla en un archivo de audio.

“Creo que en este caso debía haber o debió haber un acto de prudencia, de precaución, si ya saben cómo se pone Donald Trump, por qué no lo graban. Y precisamente para evitar justamente estos dimes y diretes, sobre qué tono o qué contenido tuvo la conversación”.

Por su parte Gabriela Cuevas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, declaró que los mexicanos tienen el derecho de conocer lo que se habló en esa conversación.

“Los mexicanos queremos escuchar la verdad de las cosas. Se dijo que no era cierta esta información, conforme avanzaron las filtraciones, pues ya luego se hablaba más bien del tono no del contenido. (…) Creo que es un tema de ejercicio del servicio público, con plena transparencia”, indicó.

jcrh