MÉXICO.- Cada 14 de febrero, con motivo del Día del amor y la amistad, se tiene el pretexto perfecto para regalar un peluche… Y nada mejor si se trata de los elaborados en Xonacatlán, un auténtico «pueblo peluchero» que se dedica a crear estos presentes, el cual es «referente obligado» al acercarse esta fecha festiva en que novios y amantes buscan regalos para complacer a sus amadas.
El pueblo del peluche, ubicado a hora y media de la Ciudad de México, inició el negocio desde hace 30 años con la familia Ortíz Bustamante, pero al correr del tiempo la actividad y el mercado fueron creciendo al grado de que hoy en día, existen 400 talleres en el poblado, en los cuales se lleva a cabo la confección de simpáticas figuras entre otras de osos, ranas, perros, focas y hasta changos…
Cada uno de estas pequeñas y medianas fábricas origina de cinco hasta 200 empleos, con los que se producen millones de juguetes que producen un boquete a su competencia asiática, la cual comercializa un incalculable número de peluches en México.
El 2011 fue uno de los años en el que un mayor número de empresas mexicanas voltearon hacia Xonacatlán y dejaron de poner tanta atención a los productores de peluches de países de Asia, esto debido a que los importadores recibieron productos defectuosos, en su mayoría provenientes de China.
Contrario a lo que se pueda pensar, la tradición de regalar figuras de peluche con el paso del tiempo no ha desaparecido, sino que se mantiene y en fechas como el 14 de febrero aumenta, al grado de que en Xonacatán se llegan a elaborar caso 100 mil piezas.
Creados por manos mexicanas y regalados con el amor y alegría de un enamorado, los peluches de Xonacatlán, sin lugar a dudas, son la mejor forma de decir un significativo y anhelado, “te amo”.
jcrh