* Jack Chapman de 28 años murió en Washington luego de someterse a una cirugía para agrandar sus testículos con silicona como parte de una exigencia de su pareja Dylan Hafertepen
Jack Chapman, también conocido como “Tank”, era un hombre de origen australiano que llegó a Estados Unidos en busca del amor. En Washington conoció a Dylan Hafertepen, quien en parte fue el responsable de su trágica muerte.
Jack, quien formaba parte de la comunidad gay también era un “sumiso” de Dylan, y ambos incurrían en prácticas de sadomasoquismo y modificación corporal.
Al parecer fue Dylan quien obligó a Jack a someterse a un ilegal y peligroso procedimiento quirúrgico para agrandar sus testículos inyectándose silicona.
Chapman era reconocido internet, en las comunidades fetichistas. Jack era miembro de una especie de “manada” de hombres gay que se inyectaban silicona líquida en el escroto para posteriormente presumirlo en redes sociales.
Sin embargo los expertos aseguran que esta técnica es sumamente peligrosa ya que puede presentarse una acumulación de líquido y sangrado en los pulmones.
De hecho esa fue una de las causas de muerte de Jack; una embolia pulmonar por silicona, además de otros problemas relacionados con los pulmones.
En 2012, la pareja publicó en Tumblr un contrato de 2 mil palabras en donde se definía a Dylan Hafertepen como “Amo”, y eso le daba el completo control sobre el cuerpo de Jack, con la capacidad de ordenarle modificaciones corporales como tatuajes, aumento de genitales y uso de esteroides.
Tras la muerte de Chapman, Dylan fue acusado de encubrir la muerte de su pareja, diciendo que era un empleado suyo y mintiendo sobre las verdaderas causas de su muerte.
Cuando la comunidad LGBT confrontó a Hafertepen, el mintió diciendo que desconocía la muerte de su novio, solo horas más tarde comenzó a enviar correos electrónicos para informar sobre el deseo.
De acuerdo con medios locales, Dylan viajó a Australia para llevarle las cenizas de Jack a su madre, Linda Chapman quien no se enteró de la enfermedad de su hijo sino hasta un día después de que falleció, pese a que su hijo estuvo en coma por varios días.
“No sabía que estaba en el hospital, no sabía que estaba en un coma inducido, nunca pude tenerlo ni abrazarlo. Nunca pude decirle adiós”, dijo a medios de comunicación.
Además, en una página elaborada para recaudar fondos, amigos de Chapman aseguran que Dylan cambió el testamento y se quedó con la herencia de Chapman, dejando a su hermano menor, quien padece autismo, sin un peso.
Imagen: Facebook
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