El esquema de financiación del nuevo aeropuerto ha sido señalado por tráfico de influencias y conflicto de interés

Por: Redacción | Imagen: carso.com.mx

Sin ser de tu conocimiento, tú o cualquier trabajador mexicano que tenga una Afore, es un inversionista de la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

Nadie fue avisado; mucho menos consultado; sin embargo, ya lo somos y nos afecta más de lo que nos han hecho creer.

En este este mega proyecto del gobierno de Enrique Peña Nieto (el más ambicioso en infraestructura de esta administración) está implicado el mal uso del dinero de las pensiones

El nuevo aeropuerto, cuya ubicación será al oriente de la Ciudad de México (Texcoco), costará en su primera fase 180 mil millones de pesos, de los cuales el 58 por ciento provienen del gobierno y el 42 por ciento de la iniciativa privada por medio de créditos. En total, 13 mil 300 millones de dólares.

En este esquema de financiación campa libremente la corrupción, el tráfico de influencias y el conflicto de intereses, ya que la intención es que todos los usuarios participen y metan su dinero en la Fibra E, que ya ha recaudado un total de 30 mil millones de pesos hasta el pasado 23 de marzo.

Aquí es donde se pone bueno debido a que del total de esos 35 mil millones de pesos de la Fibra E, el 50 por ciento son del fondo de pensión de las Afores. Por tanto, tu pensión ya puede estar invertida en este aeropuerto sin que tú lo sepas, sin que nadie te haya informado.

¿Pero, cómo?

Las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) de los trabajadores se encargaron de invertir, según informó la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro.

Si tus Afores están con Inbursa, Pensionisste, Profuturo y Siglo XXI-Banorte, ya puedes saber que eres uno de los inversionistas del nuevo aeropuerto. Estas cuatro multinacionales participan con un monto global de 13 mil 500 millones de pesos, que representan el 0.9 por ciento de los activos.

Por supuesto que las cuatro empresas de las Afores inversionistas juran por la Virgen de Guadalupe que invertirán nuestro dinero de forma “parcial” en la construcción del nuevo aeropuerto, para obtener directamente “los beneficios” a favor de los trabajadores.

La Consar dice que sus normas definen obligaciones y restricciones adicionales a las empresas de las Afores en este tipo de procesos de inversión para otorgar la mayor “seguridad y rentabilidad” a los trabajadores próximos a jubilarse.

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