Casi dos tercios de los 44 edificios que se derrumbaron en la Ciudad de México fueron diseñados siguiendo un método de construcción llamado losa plana, en el que los pisos son sostenidos por columnas de cemento.
Esta técnica está prohibida en partes de Estados Unidos, Chile y Nueva Zelanda, según información recopilada por un equipo de ingenieros estructurales de la Universidad de Stanford que fue obtenida por la Associated Press.
Las autoridades municipales fueron muy elogiadas por haber mejorado los códigos de construcción después de que miles de personas fallecieron en un sismo en 1985. Pero en la reforma no se prohibió esta técnica que causó el 61 por ciento de los derrumbes de edificios en el temblor del mes pasado de categoría 7.1, que causó 369 muertes y dejó pilas de escombros en calles y avenidas.
Las losas de cemento usadas en los pisos y los techos pueden ser reforzadas con varas y le dan al constructor mayor flexibilidad en sus diseños, al tiempo que permiten techos más altos.
Pero en un sismo, sin paredes de cemento reforzadas ni soportes laterales para resistir las fuerzas que empujan las estructuras, los edificios con esos diseños pueden moverse demasiado.
Las columnas y las conexiones entre las losas y las columnas pueden romperse fácilmente, generando derrumbes, como en el caso de una escuela en la que murieron 26 personas, la mayoría de ellas niños.
Los expertos coinciden en que la devastación causada por el sismo pudo haber sido mucho más grave de no haber códigos de construcción tan estrictos, pero el sismo de 1985 obligó a abordar algunas fallas de esas normas.
Ahora los expertos se afanan por reforzar las normas para restaurar los edificios dañados y deben lidiar con una realidad ineludible: que la corrupción permitió que cientos de estructuras fuesen construidas sin respetar las reglas, sobre el sedimento inestable del lago antiguo de la Ciudad de México.
Con información de AP.
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