Después de muchos intentos fallidos de los republicanos para derogar y reemplazar la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio (conocido como ObamaCare), el presidente Donald Trump está a punto de firmar su propio plan de salud.
Since Congress can’t get its act together on HealthCare, I will be using the power of the pen to give great HealthCare to many people – FAST
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 10 de octubre de 2017
En específico, firmó una orden ejecutiva destinada a hacer más bajas las primas del seguro de salud que «aumentará las opciones de atención médica para millones de estadounidenses, permitiendo potencialmente que algunos empleadores se unan a través de líneas estatales para ofrecer cobertura».
La orden ejecutiva ya firmada por Trump quita las regulaciones federales que tiene la actual Ley de Cuidado de Salud Asequible conocida como Obamacare.
Estas desregulaciones alentarán el aumento de planes de seguro de salud más baratos que no deberán cumplir con ciertas normas de protección y beneficios del consumidor que Obamacare obliga a cumplir.
«El presidente Trump firmó una orden ejecutiva para reformar el sistema de salud de Estados Unidos y tomar los primeros pasos para expandir opciones y alternativas a Obamacare y aumentar la competencia para reducir los costos de los consumidores».
Trump no ha rechazado su intención de revocar el «Obamacare», que fue su promesa de campaña. El viernes pasado, dijo que seguirá trabajando hasta revocarla «de una vez por todas».
Quita obligatoriedad a anticonceptivos
Antes de firmar esta orden ejecutiva, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos dio permiso a las empresas de seguros y empleadores para que puedan negarse a cubrir anticonceptivos, basados en objeciones morales o religiosas.
Esta medida ya la había anunciado Donald Trump en su campaña. En encuestas realizadas, dos de cada tres estadounidenses exigían que los seguros cubran los anticonceptivos sin costo para ellos.
Las cifras indican que un 99% de las mujeres sexualmente activas usan al menos un tipo de anticonceptivo en algún momento de su vida.
Sin un seguro médico que cubra los anticonceptivos, un dispositivo intrauterino cuesta alrededor de 900 dólares, y la píldora entre 240 y 700 dólares por año.
Esta medida reaccionaria pretende aminorar el control que las mujeres tienen sobre sus cuerpos y sus decisiones respecto a la natalidad.
Con información de Univisión.
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