Especialistas de la Universidad de Chapingo revelaron algo insólito acerca del terreno de Texcoco donde estaría el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Dijeron que las obras modificaron las condiciones climáticas del lugar, que pasó de ser un área húmeda y fría a una zona semi-desértica.

El nivel de lluvias ha disminuido y por lo tanto se requiere el uso del riego para la siembra. Al alterarse la función hidrológica por el daño que se causó a 160 cerros de la zona, hay menos agua. Esto ha hecho que el lugar sea cada vez más seco. Esto tiende a generar una crisis del vital líquido en el corto y mediano plazo.

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El investigador David Delgado Viveros, del Departamento de Agroecología y del Centro de Investigación para la Gestión de la Agroecología de la Universidad de Chapingo, advirtió a Notimex sobre esta crisis. Explicó cómo afectará incluso a la Ciudad de México debido a la disminución del agua.

Temporada de lluvias

Se carece de una medición exacta de la disminución en el nivel de las lluvias. Sin embargo, Delgado Viveros refirió que según los lugareños, antes de las obras, la temporada de lluvias iniciaba en abril. Ahora empieza hasta junio, incluso a mediados de julio.

Reconoció que ese retraso se debe al cambio climático; sin embargo, se aceleró en la zona debido a las obras.

Recordó que en la zona había recursos desde la época prehispánica como ahuautle. Este es el huevecillo de una chinche de agua comestible. Representaba una fuente de proteínas desde ese tiempo y la tradición de extraerlo para su consumo aún permanecía.

“Obviamente con las obras prácticamente se perdió la actividad, porque taparon donde extraían los huevecillos. Además de que ya es imposible pasar por ser zona federal»

Daño del aeropuerto en Texcoco imposible de revertir

El estudioso señaló que si bien es imposible revertir el daño al cien por ciento:

“Ya estamos evaluando eso y estamos tratando de que nos den permiso de entrar a la zona en donde estaban las obras. Ello con la finalidad de conocer en dónde se puede recuperar superficie lacustre”

Al hacerlo, se pueden reparar parcialmente algunos daños, aunque otros ya no.

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Por ejemplo, dijo que la plancha de cemento con forma de X que se conocía en los planos y se construyó ya será imposible retirarla o removerla. Lo mismo sucede con la barda perimetral que abarca las cinco mil hectáreas del terreno.

“Entonces, hay algunas cosas que sí se pueden rescatar y volver a formar los lagos, pero obviamente ya no se puede hacer más por ello”

Agregó que desde el punto de vista biológico altera la migración de las aves que venían de Canadá, las cuales siguen migrando por reloj instintivo, pero debido a que aún queda la Laguna de Zumpango.