Cierto que en el país, todo urge. Hay una gran cantidad de asuntos y eventos que requieren trabajo y acción inmediata de la Administración federal y de los gobiernos e instituciones locales, pero lo que también es bien cierto, es que los niveles de contaminación que todos los que habitamos en la ahora llamada megalópolis, requieren acciones inmediatas que contrarresten esta terrible situación y no sólo la implementación de medidas paliativas.

Sigo escuchando por aquí y por allá, que el jefe del Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, es el único responsable de la aplicación del programa Hoy No Circula recargado y mucho me temo que la Administración federal igual lo percibe y prefiere abonar a la mala calidad del aire principalmente en las 16 delegaciones de la capital y los municipios mexiquenses colindantes a la Ciudad de México por un asunto meramente de capital político.

Estos últimos dos días, han sido de verdad, una olla de humo letal para quienes vivimos en el Valle de México, mismo que se percibe con la vista y con las molestias que causa a los ojos, la garganta y hasta la piel. El aire se siente pesado, y nadie dice nada. La queja extrema es que dejamos de circular quienes tenemos un vehículo.

Este es un asunto sociológico también. El lugar que habitamos y en dónde nos movemos –la megalópolis–, es un peligro para nuestra salud y unos por intereses políticos y otros por comodidad o desidia, hemos preferido tener un villano antes que accionar.

Los vehículos, la industria, las empresas, los negocios y hasta los hogares contribuyen de alguna manera a la contaminación atmosférica y del agua por más verdes que sean. Es por eso necesario que todos, absolutamente todos hagamos nuestra tarea y dejemos de recrear villanos.

Es urgente, toral, indispensable o como se quiera entender, la intervención del Gobierno de Peña Nieto para combatir la contaminación en el Valle de México, porque no creo que estemos dispuestos a que el siguiente paso como lo ha dicho el coordinador ejecutivo de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe), Martín Alberto Gutiérrez Lacayo, sea el cierre de las escuelas de educación básica ante la gravedad de la contingencia ambiental, asunto que han considerado seriamente.

No se trata de no circular, se trata de lo qué respiramos y contacta nuestra piel.

Acta Divina…”Una vez que el sector salud y la Secretaría de Educación Pública determinen que no hay condiciones adecuadas para tener actividad en las escuelas, se podrán…”: Gutiérrez Lacayo coordinador ejecutivo de la CAMe

Para advertir… Falta que nos encierren en nuestras casas o centros de trabajo, no vaya a ser con tal de operar las fobias.

actapú[email protected]
r3