Lilia Berthely fue una distinguida veracruzana, poetisa y política. Mujer talentosa y buena para la grilla y el debate legislativo. Allá por 1974 era diputada a la XLIX Legislatura del Congreso de la Unión y era respetada y hasta temida por sus compañeros de la oposición. En cierta ocasión, durante un debate en comisiones, puso como dios puso al perico a un diputado del extinto Partido Popular Socialista sin escatimar todo tipo de epítetos permitidos en la práctica parlamentaria.
En su turno, el diputado pepino, correspondió con algunos ataques aunque de menor dimensión hacia doña Lilia y esta, muy molesta, lo interpelo exigiéndole “Que recordara que estaba tratando con una dama”. El diputado socialista le manifestó que la reconocía como tal pero que no se valía que ella le hubiera expresado tantos insultos y él no podía replicarle con algunos leves denuestos. Agregó que ambos eran legisladores con fuero y políticos profesionales, que era una discusión entre pares y que, dentro de la etiqueta del Congreso, se tenía que aguantar. La veracruzana fue defendida de inmediato por otros priistas que se le echaron encima a su interlocutor, pero la propia diputada solicito la calma y le dio la razón al socialista, es decir; había aprendido la lección.
Lo anterior viene a cuento en relación a un comunicado que emitió, el jueves pasado, el coordinador de la bancada priista en la Cámara de Diputados, César Camacho. El legislador tricolor lo hizo con todo el protocolo que puede tener un evento como este y hasta se hizo acompañar por dos de sus principales colaboradores: Enrique Jackson y Carlos Ramírez Marín.
Es decir. Llevaba mensaje, no era una simple declaración de banqueta. Camacho señaló que Margarita Zavala “No tiene las manos limpias, pues se las ensució junto con su esposo. Sobre todo no tiene autoridad moral para ser representante popular y, mucho me temo, menos para aspirar a la Presidencia de la República”. De paso agregó, que Zavala es corresponsable de los errores cometidos en el sexenio de su marido, Felipe Calderón y cuestionó que Margarita no haya hecho pública su declaración 3de3, pese a decirse promotora de la transparencia y aspirante de su partido a la Presidencia. Todavía hizo señalamientos acerca del misterioso incremento patrimonial de los Calderón en los últimos años.
La respuesta de los panistas no se hizo esperar y el secretario de Comunicación del PAN, Fernando Rodríguez Doval, manifestó que lo dicho por Camacho “resulta burdo y carece de sustento” ya que el priista, según él, no ha presentado su declaración y le echó en cara su gusto por los relojes caros. Por su parte, el senador Roberto Gil, afirmo que las acusaciones “son muestras de desesperación”. Al día siguiente, el diputado priista, volvió al ataque y dijo que quien aspire a presidente no puede esperar impunidad pública.
“No puede haber alguien que empiece a hacer públicos sus propósitos….y que los costos derivados de su paso por una gestión pública sean el olvido y la desmemoria”. Y agregó, “Hay que estar conscientes de que trabajamos en un escaparate”. Todavía arremetió contra el gobierno de Calderón y dijo” No puede alguien como Margarita apostarle a la desmemoria de los mexicanos”. Por su parte la propia aspirante panista, dando cuenta clara de su activismo señalo que “El PRI tiene miedo. Saben que van a perder, por eso me atacan”.
Para empezar a poner las cosas un poco más en claro hay que recordar que el presidente del PRI, Enrique Ochoa, había dicho unos días antes que “A la oposición se le había acabado el recreo”. Lo que provocó grandes especulaciones que se despejaron rápidamente al hacer Ochoa severas críticas a la 3de3 de Andrés López y burlarse de su contenido. Por eso lo manifestado por César Camacho ya no fue tan sorpresivo, el PRI ya no se va a quedar callado cuando lo agredan. En efecto doña Margarita Zavala es una dama admirable como madre, como esposa y su conducta en lo social es impecable, no ha protagonizado ningún escándalo ni siquiera menor. Pero la señora Zavala es un personaje político, que está expuesta a todo lo que eso conlleva. Ha realizado un protagonismo ilimitado en el quehacer nacional en los últimos años: ha acudido a decenas de campañas electorales para apoyar a los candidatos panistas a muy diversos cargos, escribe en muchos medios y su principal blanco es el PRI, tiene su cuenta en Twitter con miles de seguidores a quienes exhorta a favor del partido azul y hasta acudió a la Convención Demócrata a Filadelfia, desde de donde envió cientos de mensajes a los mexicanos para que se viera que si se puede armar una candidatura femenina a la presidencia.
No estamos por ello de acuerdo con que se acribille en los medios a Camacho por lo dicho ya “que Margarita es mujer y una gran dama”. Los tiempos son otros y la equidad de género debe ser vista en política casi como igualdad, sin olvidar el respeto diferente que merecen las damas. Para ejemplo tenemos lo que se dicen Trump y Hillary Clinton en sus campañas que se dan hasta con la cubeta. Ojalá que no sirva de ejemplo a la política mexicana, donde aún existe un gran respeto hacia el llamado “sexo débil”. Ahora que si lo que quieren son datos que apoyen lo dicho por el diputado, no sería estéril recordar los gastos inverosímiles e increíbles de las fiestas del Bicentenario, las concesiones otorgados a la familia de Camilo Mouriño en gasolineras y transportes, los contratos dados a Oceanografía a través de millonarias adjudicaciones, amén de lo que se dice de los beneficios otorgados a los hermanos de doña Margarita.
Lo que le ocurrió a Doña Lilia Berthely hace muchos años, debe servir de ejemplo para acordarnos que en política “El que se ríe se lleva” y si no que se vea la nueva programación que puso en marcha esta mañana Televisa, en la que dieron duro y a la cabeza al presidente Peña Nieto, al secretario de Educación, al gobernador de Chihuahua y eso que todavía nos falta ver el debut de Denisse Maerker en la noche.