*Mientras en Estados Unidos los migrantes son violentados y discriminados, existe una «caravana» estadounidense que cada día cruza la frontera en busca de atención médica, y México los recibe con sonrisas.
Sabemos de los comentarios de Donald Trump en contra de los miles de migrantes que han cruzado México para llegar a la frontera de los Estados Unidos en busca de una nueva oportunidad.
Sin embargo del otro lado de la ”moneda” también existen los miles de ciudadanos estadounidenses que cruzan la frontera en busca de atención odontológica de calidad y accesible.
Así es, si bien la migración es un fenómeno global que se presenta por razones económicas, sociales o culturales, ni Estados Unidos se salva.
En un solo punto de control en Yuma, Arizona, hasta 6 mil estadounidenses cruzan la frontera todos los días.
Esta “caravana” busca llegar hasta la ciudad mexicana de Los Algodones en busca de atención médica ya que en su país desafortunadamente no todos pueden cubrir esta necesidad.
Foto: @MolarCity
“Ciudad del Molar”
A diferencia de la administración de Trump que busca construir un muro entre ambos países, en Los Algodones todos son bienvenidos.
En esta ciudad hay más dentistas per cápita que en cualquier otro lugar del mundo.
Cientos de letreros le dan a bienvenida a los ciudadanos del norte y les ofrecen sus servicios como dentistas.
La economía de esta ciudad está diseñada para cubrir las necesidades médicas de los miles de “refugiados dentales” que llegan cada día.
La mayoría procedentes de Estados Unidos y Canadá, en donde no pueden cubrir estos gastos, incuso con seguro.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Planes Dentales, en Estados Unidos aproximadamente 74 millones de personas no tienen seguro dental. Casi una cuarta parte de la población.
Foto: @MolarCity
En contraste
De esta manera podemos ver la enorme diferencia de lo que viven los centroamericanos en busca del “sueño americano”.
Los que recorren cientos de kilómetros sobre el desierto, vulnerables a la explotación y la violencia por parte de traficantes de personas.
Eso sin contar que deben abandonar a sus familias, para enfrentar un gran camino, que muchas veces termina con la muerte bajo custodia de agentes de la frontera de Estados Unidos.
Por el contrario la “caravana” estadounidense en busca de atención médica es recibida con los brazos abiertos.
Se trasladan en auto y pueden estacionarse en Yuma por solo cinco dólares, cruzar la frontera, acudir a su consulta médica, para finalmente regresar a casa para cenar con sus familias.
Esa es la “caravana” y la gran diferencia de la Trump no quiere hablar.
Imagen: Especial
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