La organización mundial de Derechos Humanos señala que la «mísera» colaboración a nivel humanitario con la grave crisis migratoria a la que se enfrentan Oriente Próximo y Europa, de parte del Kremlin, la ONG exige que durante la cumbre de Naciones Unidas para los Refugiados y la Inmigración de este próximo lunes, se comprometa a compartir «la gran responsabilidad» que tiene con la comunidad internacional.
En la actualidad, alrededor de cinco millones de sirios se han visto forzados a abandonar su país para huir de la violencia y del horror de la guerra. A pesar de las promesas internacionales, la inmensa mayoría de ellos malviven en campos de refugiados en Turquía, Líbano y Jordania.
Por otra parte, se estima que alrededor de otros 6 millones de sirios se han convertido en desplazados internos a causa de los combates entre el régimen de Bashar al Assad, el Estado Islámico y varios grupos rebeldes, entre ellos el Ejército Libre, que cuenta con el respaldo de Estados Unidos.
HRW denuncia que desde 2011, año en el que empezó la guerra siria, Rusia no ha acogido apenas refugiados. Las autoridades rusas alegan que el reasentamiento de solicitantes de asilo en su territorio no «está a la orden del día». Moscú ha rechazado a todos aquellos que han logrado llegar a sus fronteras, y les ha denegado el asilo político al que tienen derecho bajo la ley internacional.
«Rusia está muy involucrada en el conflicto sirio, pero no ha hecho prácticamente nada para ayudar a los 11 millones de personas que han perdido sus casas y sus vidas a raíz de la guerra», ha declarado el director del Programa de Refugiados de HRW, Bill Frelick.
La organización humanitaria Oxfam ha publicado un «análisis de participación equitativa» en relación con la crisis de refugiados de Siria. El informe atribuye a las distintas potencias occidentales un cierto número de refugiados en función de su capacidad económica.
Oxfam estima que a Rusia le corresponde un 13 por ciento de la «responsabilidad conjunta» que tiene la comunidad internacional con los refugiados. La realidad es muy distinta: Moscú ha cumplido en un 1 por ciento con esta estadística, el porcentaje más bajo de los 32 países que forman parte del documento.
De acuerdo con datos registrados por HRW, las fuerzas militares rusas que están participando en el conflicto sirio han llevado a cabo múltiples ataques en los que han puesto en riesgo a comunidades enteras de civiles. El Ejército ruso, en apoyo al régimen de Al Assad, ha atacado hospitales y escuelas, sin tener «consideración alguna» por la vida de la población civil.
El pasado mes de julio el Kremlin anunció la creación de un corredor humanitario para permitir la salida de civiles de la ciudad de Alepo, que ha estado durante meses asediada por el Ejército sirio. Sin embargo, una vez abierto, las autoridades rusas no han hecho nada para garantizar la seguridad de los miles de sirios que han huido de la ciudad.
Moscú ha negado tener responsabilidad alguna en lo que respecta a los refugiados. Según el Gobierno ruso, ya están «cumpliendo con su parte» al asistir a Bashar al Assad «en su lucha contra grupos terroristas». En diversas ocasiones, el Kremlin ha declarado que «la carga» de los refugiados debería caer sobre aquellos países «que han contribuido a la guerra en Siria».
Por otra parte, Rusia no ha participado en ninguna de las grandes conferencias internacionales que se han celebrado en los últimos meses para recaudar fondos. Según datos de Naciones Unidas, Moscú ha prometido aportar alrededor de 6 millones de euros para el fondo de respuesta humanitaria de Siria, una cifra «insignificante», ha lamentado HRW.
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