BARCELONA,- Este jueves se cumplieron 50 años de la muerte de Walter Elías Disney, controvertido cineasta y padre de Mickey y Minnie Mousse, el pato Donald, Goofy -Tribilín- y muchos otros personajes con los que han crecido generaciones de todo el mundo. Ahora, al transcurrir medio siglo, se generan rumores, leyendas urbanas y mitos.
Inició su carrera cinematográfica junto a su hermano, pero solo él logró ser recordado como el referente por excelencia del cine de animación. Nadie confió en que los 250.000 dólares que Walter quería invertir en su primer largometraje animado fueran a amortizarse.
No era de extrañar que pareciera una operación arriesgada, después de cumplir con el sueño americano de levantar un imperio desde cero o, en su caso, con 50 dólares. De hecho, incluso su hermano Roy O. insistió en que una producción de tal magnitud llevaría la ruina a la compañía familiar. Pero no fue así. Funcionó, y tras ella se lanzaron decenas de películas animadas que le valieron a Walter el título del cineasta más premiado de los Oscar con 22 estatuillas.
Blancanieves, Bella, la Sirenita, la Cenicienta son algunos ejemplos de que la figura materna no tenía lugar en los proyectos de Disney. El ejemplo más claro es el de Bambi, episodio que marcó la infancia de niños de todo el mundo y con el que muchos aprendieron el significado de la palabra muerte.
En una entrevista, el productor de ‘Maléfica’, Don Hahn, señaló que la madre de Walt Disney, Flora Call Disney, y su padre, Elias Disney, vivían en una casa que su hijo le había regalado tras el éxito cosechado por ‘Blancanieves’. Flora alertó a su hijo de que la caldera parecía tener una fuga y éste le envío a unos chicos del estudio para que intentaran repararla, pero carecían de formación y no lo lograron.
Finalmente su madre falleció después de que inhalara monóxido de carbono y su padre acabó ingresado en el hospital. La pérdida de Flora marcó al cineasta de por vida. “No soy psicólogo para entenderlo todo. Para mí, humaniza a Walt. Quedó devastado por ello”, confiesa Hahn.
Ésta no fue la única hipótesis que expuso el productor de ‘Maléfica’. La otra versión, más técnica, indica que la ausencia del personaje materno se debe al hilo argumental que las cintas de Disney solían seguir. Con una duración de entre 80 y 90 minutos, el productor dijo que las tramas giran alrededor de un personaje que ha de madurar y enfrentarse a un día a día en el que deberá asumir responsabilidades.
“Es mucho más rápido hacer que los personajes crezcan y maduren cuando eliminas a sus padres”, aseguró.
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