hace 8 años
Prueba de esto, lo ocurrido en 2016 con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la candidata a la presidencia de Francia Marine Le Pen, quienes buscaron reiteradamente establecer vínculos entre una «élite corrupta» y la marginación de la clase trabajadora. Pero los partidos anti-sistema por lo general no lograron disminuir la percepción sobre corrupción una vez que llegaron al poder, sostuvo el grupo.