Uber está a punto de elegir a un nuevo CEO y en la terna de los seleccionados se encontraban algunos de los más famosos directivos de la industria tecnológica y online, pero muchos dijeron que no, incluso antes de que se los pidieran formalmente.
¿Por qué temer a dirigir a la startup más grande del mundo y con mayor éxito?
Por las mismas razones por las que está en crisis:
- Escándalos de género.
Además de los acosos reportados por las usuarias de la app más grande de transporte compartido del mundo, también hubo reportes de maltrato de género en la compañía, algunos de ellos llegaron incluso hasta a tribunales. Su reputación tanto adentro como afuera de la compañía por sus prácticas sexistas les costaron mucho más que un par de usuarios y trabajadores.
- Maltrato a empleados.
Muchos empleados están cansados de los excesos públicos e irregulares de su antiguo CEO, Travis Kalanick. La startup pasó por una investigación sobre su cultura corporativa luego que la ingeniera Susan Fowler escribiera en febrero pasado una nota en un blog en la que señaló que su antiguo gerente le había pedido sexo y que el departamento de recursos humanos no hizo nada.
- Problemas legales.
Uber tiene tres investigaciones en marcha una con el gigante Alphabet, por presuntamente, adueñarse del software de auto conducción de Waymo.
La segunda es por una mujer que fue violada por un chofer de Uber en la India. Es esta se supo que Kalanick y otros dos ejecutivos plantearon una teoría de conspiración en la que aseguraban que no había sido agredida y que era una estrategia de su competidor Ola.
También está siendo investigada por Funcionarios del Departamento de Justicia y otros reguladores que están investigando el uso de un software que permitía a sus conductores esconderse de funcionarios que podrían multarlos por conducir en áreas donde Uber estaba prohibido.
- Obtener ganancias
Los inversionistas de Uber celebraron cuando la startup perdió 645 millones de dólares en el segundo trimestre de 2017. Para cualquier otra compañía habría sido una tragedia, pero para Uber representaba el no perder 991 millones de dólares como en el cuarto trimestre de 2016.