*  Joven decide ponerse las vacunas que sus padres no habían querido ponerle desde niño
* Al alcanzar su mayoría de edad decidió rebelarse contra sus padres y ponerse aquellas inyecciones

Un joven de 18 años decidió ponerse las vacunas que sus padres no habían querido ponerle desde niño, ello, por creencias sobre efectos secundarios que estas ocasionan.

El joven identificado como Ethan Lindenberger, no recibió vacunas contra el sarampión, rubéola, varicela, entre otras más.

Por esa razón, al alcanzar su mayoría de edad decidió rebelarse contra sus padres y ponerse aquellas inyecciones que no recibió durante niño.

“Me puse todas las inyecciones que mi madre no me dejó ponerme a lo largo de mi vida. Mis padres creen que las vacunas son alguna clase de maquinación del Gobierno. Es algo realmente estúpido y he tenido más de una discusión sobre el tema con ellos. Pero, debido a sus creencias, nunca he sido vacunado ni nada, solo Dios sabe cómo es que sigo con vida”, comentó Ethan en Reddit, según informa BBC.

De acuerdo al joven, la razón que lo motivó a vacunarse fue la situación alarmante del aumento de los casos de sarampión (se registraron poco más de 50 casos en el Condado de Clark).

“Ahora, estoy apunto de terminar el instituto y tengo coche y gano mi dinero. Asumo que podría obtenerlas por mi cuenta, pero nunca he conversado sobre este tema con alguien. Tengo miedo de que vaya a algún sitio y me cobren más de la cuenta. Cualquier consejo sería genial. […]Cuando comencé a investigar sobre el tema, cada vez era más que evidente que había pruebas contundentes a favor de las vacunas, a diferencia de lo que ella creía”, escribió Ethan.

Estados Unidos con alarmantes casos de sarampión

Estados Unidos enfrenta un problema de salud serio, pues varios casos de sarampión se han presentado en el país norteamericano.

Para nadie es un secreto que las vacunas erradican enfermedades peligrosas que en su momento fueron mortales.

Desde hace año surgió un movimiento conformado por escépticos que pregonan posibles efectos secundarios de las vacunas hacia las personas; sin embargo, ello no ha sido comprobado por la ciencia.