Así gestionaron las mujeres su menstruación a lo largo de los siglos : Digitall Post
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Desde paños a productos de higiene menstrual: Las mujeres gestionaron así su menstruación a lo largo de los siglos

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Por: AFP

hace 3 años

Desde paños a productos de higiene menstrual: Las mujeres gestionaron así su menstruación a lo largo de los siglos

Imagen: Unsplash.

  • En la antigüedad las mujeres hablaban sobre su periodo con su familia incluyendo hombres.
  • Para gestionarlo las campesinas dejaban fluir la sangre y la burguesía usaba paños.
  • En el marco del Día de la Higiene Menstrual, aquí un resumen de los métodos usados durante siglos por las mujeres durante su menstruación.

Antes de la aparición de los productos de higiene menstrual, las mujeres adoptaron diferentes prácticas para vivir de la mejor manera posible su menstruación lo largo de los siglos. Tomaron medicamentos para garantizar la regularidad y usaron paños para retener la sangre.

El 28 de mayo se celebra el Día de la Higiene Menstrual. Aquí un resumen de los métodos usados durante siglos por las mujeres durante sus reglas.

Remedios para una menstruación regular

Desde la Antigüedad, la medicina se interesa por la menstruación, pero no logró comprenderla durante siglos.



«Se pensaba que las mujeres debían evacuar regularmente esta sangre para estar en buena salud», indica a la AFP Nahema Hanafi, profesora de Historia en la universidad francesa de Angers.

Esta visión domina el ámbito médico y la sociedad a lo largo de los siglos.

En la época moderna (siglos XV-XVIII), para favorecer la evacuación regular de esta sangre, «las mujeres se aplican remedios caseros, realizan lavados, ejercicios físicos o ingieren plantas que regulan el ciclo menstrual», describe la historiadora.

Además surge también una visión de desprecio de las menstruaciones, considerando esta sangre como impura.



Un tema no siempre tabú

Las mujeres de una misma familia o comunidad se informaban principalmente entre ellas. Pero también discutían sobre sus períodos con los hombres.

«En la época medieval y moderna, se habla de la menstruación porque se trata de un tema crucial de salud que interesa a toda la familia», explica Hanafi.

Las mujeres de la nobleza mencionan sus reglas en su correspondencia con su tío o su padre.

No obstante, se convierten en tabú en el siglo XIX, con la aparición de la burguesía, que erige nuevos modelos sociales, según la historiadora.

El pudor se impone como virtud femenina. «Se aleja todo lo relativo al cuerpo y a la sexualidad de la mirada de las mujeres, lo que les impedirá estar informadas sobre estos temas y evocarlos», precisa Nahema Hanafi.

Paños o dejar fluir

A lo largo de la historia, las mujeres lleva principalmente faldas o vestidos.

Las campesinas dejaban que la sangre fluyera sobre el cuerpo. Las mujeres de la burguesía o de la nobleza usaban paños para recogerlo, mantenidos con nudos o ganchos, en ausencia de ropa interior.

Cabe señalar que las mujeres tenían menos ciclos menstruales que en la actualidad debido a los embarazos más numerosos.

La edad promedio de la aparición de las primeras reglas también era más tardía: cerca de 16 años hacia 1750, frente a los 12.6 años actuales, según el Instituto Nacional de Estudios Demográficos.

Éxito de las protecciones higiénicas

Los primeros productos menstruales aparecieron a finales del siglo XIX, especialmente en Estados Unidos y el Reino Unido.

Estos antepasados de las protecciones higiénicas eran «ásperos, anchos y difíciles de llevar porque se sujetaban con una cintura elástica y ataduras», describe Sharra Vostral, profesora de historia en la universidad estadounidense de Purdue.

Las protecciones higiénicas se difundieron a partir de 1920, gracias a los anuncios en un contexto de desarrollo del consumo.

Los tampones llegaron a partir de 1930.

Se consideraba a las mujeres frágiles durante la menstruación y «estos productos les permitían actuar como si no tuvieran períodos, superar los prejuicios asociados» y proseguir con sus actividades profesionales o de ocio, subraya Vostral.

La copa menstrual también apareció en 1930, pero se extendió más ampliamente hasta el 2000.

No más sangre azul

Desde hace algunos años, las mujeres disponen de nuevas opciones de gestión para su menstruación, como protecciones lavables y ropa interior especial.

«Nos llevó mucho tiempo ofrecer productos a la altura de la necesidad y la comodidad de las mujeres», explica Elise Thiébaut, autora de «Esta es mi sangre» (The Discovery, 2017).

Paralelamente, el tema de las menstruaciones emerge en el debate público.

En las redes sociales, cuentas informan a las jóvenes y asociaciones luchan contra la precariedad menstrual.

Los anuncios representan ahora la sangre menstrual con líquido rojo en lugar de azul.

«La palabra se ha liberado de una manera excepcional en los últimos cinco años, pero solo en ciertas generaciones, ámbitos y países», matiza Thiébaut.

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Internacional papa francisco Papa León XIV vaticano

Robert Francis Prevost, un moderado estadounidense con fuertes lazos con Perú

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Por: AFP

hace 1 mes

Robert Francis Prevost, un moderado estadounidense con fuertes lazos con Perú

Robert Francis Prevost llegó a Perú por primera vez como joven misionero agustino y años después partió desde el país andino como obispo rumbo al Vaticano, donde este jueves se convirtió en el primer papa estadounidense, con el nombre de León XIV.

Prevost, de 69 años y que también tiene nacionalidad peruana, llega al trono de San Pedro con una reputación de moderado, crucial en un momento en que la Iglesia aparece muy dividida.

Desde el balcón de la basílica de San Pedro del Vaticano, el nuevo papa instó a «construir puentes» a través del «diálogo», avanzando «sin miedo, unidos, dando la mano a Dios y dándonosla entre nosotros».

«Dios nos ama, Dios os ama a todos, y el mal no prevalecerá», afirmó en su primer discurso, en el que trató de unir y tranquilizar ante un mundo asolado por las guerras.

«Mucho por hacer»

Prevost ha pasado un tercio de su vida en Estados Unidos. El resto entre Europa y América Latina, una de las periferias del mundo de donde también era el argentino Jorge Mario Bergoglio.

El diario italiano La Repubblica lo llamó «el menos estadounidense de los estadounidenses» por la moderación de sus palabras.

La idea de un papa norteamericano estuvo por siglos descartada en Roma, ya fuera por la distancia –estaban tan lejos que normalmente llegaban tarde a los cónclaves– o por decisiones geopolíticas.

Según el sitio especializado Crux, tener un pontífice de la primera potencia mundial hacía temer además que la CIA pudiera meter sus manos en la Iglesia.

Arzobispo emérito de Chiclayo, a unos 750 km al norte de Lima, Prevost obtuvo la nacionalidad peruana en 2015.

Dejó Perú para sumarse al gobierno vaticano, donde dirigió el importante dicasterio para los Obispos, que tiene la destacada función de aconsejar al papa sobre los nombramientos de los jerarcas de la Iglesia.

Tras la muerte de Francisco, Prevost dijo que aún quedaba «mucho por hacer» en la transformación de la Iglesia.

«No podemos parar, no podemos retroceder. Tenemos que ver cómo el Espíritu Santo quiere que la Iglesia sea hoy y mañana, porque el mundo de hoy, en el que vive la Iglesia, no es el mismo que el mundo de hace 10 o 20 años», dijo el mes pasado a Vatican News.

«El mensaje siempre es el mismo: proclamar a Jesucristo, proclamar el Evangelio, pero la manera de llegar a las personas de hoy, los jóvenes, los pobres, los políticos, es diferente», añadió.

Misionero en Perú

Fue uno de los cardenales más cercanos a Francisco, cuyo pontificado generó resistencias dentro de los sectores más conservadores.

Pero al mismo tiempo, su sólida formación en Derecho Canónico tranquiliza en estos círculos que buscan un enfoque más centrado en la Teología.

Prevost nació el 14 de septiembre de 1955 en Chicago y asistió a un seminario menor de la Orden de San Agustín en San Luis como novicio antes de graduarse en Matemáticas en Filadelfia.

Políglota, estudió Derecho Canónico en Roma, donde también obtuvo un doctorado.

Se unió a los agustinos en Perú en 1985 para la primera de sus misiones en el país andino.

Al regresar a Chicago en 1999, fue nombrado prior provincial de los agustinos en esa región estadounidense y posteriormente prior general de la orden en todo el mundo.

Regresó a Perú en 2014 cuando Francisco lo designó administrador apostólico de la diócesis de Chiclayo.

Casi una década después, entró en la curia en sustitución del cardenal canadiense Marc Ouellet, que fue acusado de agredir sexualmente a una mujer y renunció por motivos de edad. Entonces, el difunto pontífice lo nombró también presidente de la comisión pontificia para América Latina.

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