De influencer, a estafadora, a historia en Netflix y HBO : Digitall Post
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De influencer, a estafadora, a historia en Netflix y HBO

AFP

Por: AFP

hace 5 años

De influencer, a estafadora, a historia en Netflix y HBO

Durante casi un año, Anna Sorokin, de 28 años, embaucó a celebridades, artistas y banqueros de Nueva York. Se hizo pasar por una gran heredera alemana interesada en abrir un gran club privado. Su fascinante historia será relatada por Netflix y HBO.

La joven, de largo cabello castaño claro y rostro angelical, solía vestir ropa de Balenciaga y Alaïa y escondía sus enormes ojos azules tras unas gafas de sol Céline.

Fue encarcelada hace un año y medio en la infame prisión de Rikers Island, acusada por la fiscalía de Nueva York de 10 delitos que incluyen el robo de 275.000 dólares a través de múltiples fraudes.



«Embrujó» a Nueva York

Con sus astutas mentiras y una inaudita confianza en sí misma, la desfachatada joven consiguió que varios bancos le prestaran decenas de miles de dólares. Además, viajó gratis en aviones privados y vivió meses en lujosos hoteles cuyas cuentas nunca pagó.

Inclusive invitó a su ex mejor amiga, la editora de fotos de la revista Vanity Fair Rachel Williams, a una villa en Marrakech de 7.000 dólares la noche. E lugar contaba con piscina privada y mayordomo, «toda la extravagancia digna de una Kardashian», según la fiscal adjunta Kaegan Mays-Williams.

Ofreció cubrir todos sus gastos, pero luego le hizo pagar la cuenta con su tarjeta corporativa. En total fueron 62.000 dólares, más que el salario anual de la fotógrafa. Nunca se los devolvió.

Sorokin nació en Rusia el 23 de enero de 1991. A los 16 años se mudó con su familia a Alemania, donde su padre trabajó como chofer de camiones y luego puso una empresa de calefacción y refrigeración. Estudió brevemente moda en Londres y fue pasante de la revista «Purple» en París.



A mi manera

Como Frank Sinatra, tuvo que encantar a una ciudad entera a su manera.

Un testigo de la fiscalía, Scott Case, gerente del hotel The Beekman de Manhattan, contó que Sorokin se hospedó 16 noches en una habitación de 430 dólares, comía en el hotel y acumuló una cuenta de más de 11.000 dólares que nunca pagó.

Sorokin decía a Case que «estaba trabajando con el banco» y le prometía transferencias que nunca llegaban, hasta que Case decidió trancar su habitación.

Otro testigo, Jake Mustian, exjefe de seguridad del hotel Parker Meridien, contó al jurado que llamó a la policía cuando descubrió que Sorokin intentó reservar una de las suites más caras con una tarjeta que fue rechazada. Al día siguiente intentó pagar un almuerzo en el hotel con el mismo número de tarjeta, anotado en un papelito.

«Me decía que su billetera fue robada, que no tenía efectivo. Pedía que cargásemos todo a la cuenta de hotel de su tía, que estaba volando desde Alemania, pero que su vuelo estaba retrasado», contó Mustian.

Imagen: AFP