Imagen: Especial
- Valdira es la prueba de que una madre hace lo que sea por la felicidad de su hijo
Una mujer dio a luz a sus nietos, así es, todo para que su hijo gay cumpliera uno de sus más grandes sueños, ser papá.
Bien dicen que una madre hace todo por sus hijos, todo. Tal es el caso de Valdira, quien dio a luz a sus propios nietos para que su hijo gay cumpliera un sueño.
A sus 45 años de edad, Valdira das Neves dio a luz a sus nietos, todo, para que su hijo, que es gay, cumpliera uno de sus más grandes sueños, ser padre.
Te puede interesar: Video: ¡La madre del año! Enseña a fumar y a tomar a su hijo pequeño
Mujer dio a luz a sus nietos
Esta historia tiene lugar en Sao Paulo, en Brasil. De acuerdo con el medio digital The Sun, Valdira y su hijo habían planeado esto desde hace tiempo. Incluso, hace cuatro años la mujer sufrió un aborto involuntario.
A partir de entonces ella comenzó a investigar a fondo y a informarse sobre las distintas opciones, métodos y tratamientos para quedar embarazada. Esto, pese a que su edad complicaba el proceso.
Marcelo, el hijo de Valdira, quien a los 18 años le contó que era gay, le había dicho que uno de sus grandes sueños era convertirse en padre. Fue así que su propia madre le propuso gestar a su hijo con ayuda de un donante de óvulos.
El embarazo
Luego de informarse bien y de tomar una decisión, el esperma de Marcelo fue inseminado en el óvulo de una donante más joven. Luego fue colocado dentro del útero de su madre.
Sin embargo el embarazo no se logró a la primera, tuvieron que pasar tres intentos para que Valdira por fin quedara embarazada, fue así como la gran noticia llegó. Marcelo tendría gemelos.
Desde Business Locker, te recomendamos: ¿Estrés laboral? La empresa debe pagarte medio millón de pesos
Afortunadamente a partir de ahí todo marchó muy bien, los gemelos nacieron el pasado 3 de septiembre. Uno de ellos, Noah sufrió problemas respiratorios al nacer, pero afortunadamente su estado de salud mejoró pronto.
No cabe duda que una madre podría hacer todo por su hijos, para muestra la historia de Valdira y Marcelo.