Bajo del Metrobus y camino nervioso, tanto como si estuviera por llegar a una cita. La noche ya se apoderó de la CDMX pero alrededor del Frontón México hay una enorme fila de personas intentando entrar. Por dentro, algunos admiran las fotos expuestas en el lobby, otros compran mercancía de las bandas que se estarán presentando y la gran mayoría, ingresa a la pista con cerveza en mano.
Música del futuro viejo |
La paciencia se empieza a agotar pero al fin las luces se van para darle la bienvenida a No Wrong Numbers, proyecto del sur de México que destacó entre montones de todo el país durante un torneo de bandas.
Su sonido está en construcción, pero desde ya se sienten influencias por el punk rock, el funk y el rock. Todo con un toque bastante californiano. En una primera impresión, el trío no destaca mucho, pero conforme los minutos van pasando en el escenario, se dibujan momentos muy interesantes. Sobretodo cuando la guitarra se enfrenta al público en solitario. Por otro lado, Caloncho el bajista tiene el hambre de darle un digno lugar al instrumento que suele ser menospreciado. Colocado a la altura de su pecho, el bajo también tiene pasajes muy interesantes que hacen que parte del público mueva la cabeza en algunas canciones.
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De la promesa a la dulce realidad |
Volteo a los alrededores y ya hay más gente tanto en pista como en gradas. El habito de colocar un vaso de cerveza encima de otro se deja ver al mismo tiempo que Lng/SHT -en su versión más anaranjada- brinca al escenario junto a Scratcho, su compañero de mil y un batallas.
Mientras suenan ‘Club de los 27, ‘Sin Cuenta’ y ‘Francesca’, recuerdo los primeros días de Gastón en la CDMX. La evolución ha sido impresionante y su dominio del escenario está en un punto muy alto.
Sin darse cuenta, se ha convertido en un símbolo de inspiración, en un artista que al ser 100% sincero en su música y letras, puede llegar muy lejos. Tanto que en el día menos pensado, está tocando en el mismo escenario que Plastilina Mosh y Molotov, bandas que escuchaba cuando el nombre de Lng/SHT ni siquiera pasaba por su mente.
La interacción que tiene con su público es clave en su proyecto. Intercambia bromas, complace peticiones y logra que todos coreen temas como ‘Romcom’ y ‘Llaves, Teléfono y Cartera’.
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Hola chicuelos |
Los teléfonos no dejan de tomar fotos así como los Vans clásicos no dejan de dar pasos a lo largo de todo el inmueble. Por supuesto, a la hora de que unos gritos desde las gradas suenan, la atención se postra en el escenario. Ahí están, Rosso y Jonás vuelven a la CDMX para volver a explorar temas de Plastilina Mosh, una de las bandas más importantes de México.
Las luces son tenues, los corazones laten muy fuerte y la tanda de clásicos no tarda ni un segundo. ‘Alo’, ‘Te lo Juro por Madonna’ y ‘Niño Bomba’ suenan muy temprano. Jonás demuestra que es un genio sobre el escenario mientras que Rosso entrega momentos musicales que se quedan en el alma.
‘Pinche Stereo Band’ sorprende a la mitad del concierto y entrega el momento más sensual de la noche. Y así, con cuerpos sudados y llenos de energía, himnos como ‘Peligroso Pop’ y ‘Millonarie’ son aclamados con coros que parecen gritos, pero bueno, el chiste es cantar una vez más al mismo tiempo.
‘MJLM’ suena entre caras de sorpresa e incertidumbre, dejando claro que muchos le han perdido la pista a la banda del norte del país. Algunos se divierten, otros la odian y muchos más la aplauden como si estuvieran frente a su nuevo tesoro sonoro favorito. Lo que no tiene diferencia alguna entre el público es que ‘La Nalguita’ y ‘Pervert Pop Song’ se corean de principio a fin.
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Off the Wall, masterclass |
Las gargantas se refrescan y aunque el cansancio se empieza a presentar entre el público, las ganas por seguir cantando pueden más. Como es costumbre, Molotov brinca minutos tarde al escenario. Sin embargo, eso no importa pues llegan con un setlist formado por ‘Dance and Dense Denso’, ‘Amateur’, ‘Here We Kum’ y ‘Lagunas Metales’.
El público brinca, canta, hace pequeños círculos para el slam y sí, grita «viva México cabrones» a la hora de que ‘Gimme the Power’ suena en cada rincón del inmueble mientras luces con los colores de nuestro país iluminan el escenario.
‘Frijolero’, ‘Perro Negro’ y ‘Me Convierto en Marciano’ son inflamables en conciertos del cuarteto, pero sorprende volver a ver (escuchar) ‘Chandwich a la Chichona’ en vivo. Sin duda, se trata de uno de los mejores conciertos de Molotov en el año y como la tradición lo dicta, termina con ‘Puto’ y Randy aventando una baqueta a lo más alto.
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Poco a poco el público sale para encontrarse una vez más frente al Momento a la Revolución. El frío es bastante, pero las anécdotas de todo lo vivido, más la sesión de fotos con Lng/SHT tras comprar playeras, hacen que en la mente sólo se cruce una pregunta: ¿qué deparará el segundo día de House of Vans?
Imagen: Instagram.com/lngshtTe puede interesar:
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