CDMX, México.- En Washington, funcionarios y legisladores manifestaron su temor a que en México, llegue a la presidencia un candidato hostil a sus intereses.
Por su parte, Andrés Manuel López Obrador, líder nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y favorito para las elecciones presidenciales del 2018, rechazó ser «antiestadounidense» y por el contrario, manifestó respeto a la nación de las barras y estrellas.
Sin embargo dejó en claro que su postura es «muy diferente, con quienes quieren resolver los problemas sociales con muros, persecución y el uso de la fuerza», refiriéndose a Donald Trump.
El dirigente aprovechó para avisar que en caso de triunfar en las elecciones de junio del 2017, «nuestra relación con Estados Unidos será de amistad y cooperación, pero no de sometimiento. Somos un país libre y soberano».
Por otro lado, pese a que comanda diferente encuestas nacionales, los analistas consideran todavía prematuro dar por segura la victoria de López Obrador, que compite por tercera vez al máximo cargo político del país y quien perdió por apenas medio punto en el 2006 ante Felipe Calderón, del Partido Acción Nacional (PAN).
No obstante, especialistas señalan que los comentarios generados por el secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, John Kelly y del senador John McCain en relación a que «un presidente de izquierda en México no sería bueno» ni para este país ni para Estados Unidos, podría convertirse en uno de los mejores respaldos que un candidato pudiera recibir sobre todo si se considera que algunas encuestas señalan que López Obrador es visto como el más apto para enfrentar a un presidente antimexicano como Donald Trump.
Por su parte, el presidente del Senado Pablo Escudero dijo que los comentarios de Kelly representan «una intromisión en los asuntos internos» de México y un comentario «fuera de lugar» porque a los estadounidenses no «les corresponde decidir ni opinar qué es lo que le conviene a México».
con información de agencias