CIUDAD DE MÉXICO.- La Facultad de Música (FaM) de la UNAM, recibió en donación el acervo documental y bibliográfico del musicólogo chiapaneco Daniel García Blanco (1929-2008).
Consta de arreglos musicales a partir de danzas populares mexicanas y para fonogramas de diferentes cantantes (Tehua, Amparo Ochoa, Óscar Chávez, Francisco Araiza y Nora Marroquí, entre otros), colección de partituras de canciones mexicanas de principio del siglo XIX, recopilación de corridos y canciones del país, y alrededor de 400 volúmenes de libros especializados en música originaria de la nación.
En una semblanza realizada por Óscar Armando García, de la Facultad de Filosofía y Letras, se refiere que García Blanco nació el 5 de abril de 1929 en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, y desde su niñez tuvo contacto con la música, la cual fue aprendiendo con profesores particulares.
El instrumento que tocó desde sus inicios fue la marimba. Sus estudios fueron como profesor normalista en el Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas (ICACH) y paralelamente se fue integrando a grupos afamados, como El Cuarteto de la Poli (policía municipal) y el Cuarteto de los Hermanos Gómez, cuyo director, David Gómez, se encargó de transmitir a García Blanco su depurada técnica interpretativa.
Para 1949 formó en su natal Tuxtla su propio grupo musical, La Orquesta Danny García, con la influencia que, en ese momento, tenían en el mundo los arreglos y orquesta de Glenn Miller.
En 1956 se trasladó a la Ciudad de México, donde desempeñó múltiples empleos; sin embargo, su carrera artística se configuró a raíz de su incorporación al Ballet Folklórico del Seguro Social, en 1962, como coordinador del conjunto de la marimba dentro de la orquesta que dirigía Blas Galindo, a quien también admiró y respetó como su maestro. Posteriormente comenzó a trabajar como profesor de música y acompañante musical en cursos de danza folclórica, desde preescolar hasta bachillerato. Su trayectoria profesional fue múltiple y una parte sustancial de su labor la hizo en esta casa de estudios durante 30 años, escribió el propio Óscar Armando García, en la Revista de la Universidad de México.
En 1968 se integró como pianista acompañante de las pruebas de gimnasia durante los Juegos Olímpicos y luego fue nombrado pianista de la selección de gimnasia de México, con la que participó en competencias nacionales e internacionales.
Para estos años publicó los dos volúmenes de sus transcripciones para piano Danzas y bailes regionales de México. También colaboró en la edición e investigación del fonograma Música de la ciudad, dentro de la serie Voz Viva de México de la UNAM.
En 1972 obtuvo el título de profesor musical por parte del Conservatorio Nacional de Música. Su trabajo como arreglista de canciones mexicanas se consolidó con la grabación, en 1985, del álbum Fiesta mexicana, del tenor Francisco Araiza, con la producción de la Deutsche Grammophon. Después siguieron otras ediciones discográficas internacionales con los cantantes Ramón Vargas, Nora Marroquí, Ixya Herrera y con el director Luis Cobos.
En 1991 recibió el Premio Chiapas y unos años antes consolidó el proyecto de la Escuela de la Música Mexicana, donde García Blanco puso en práctica el estudio, investigación y aprendizaje de instrumentos, ritmos y repertorio de las diferentes regiones del país. Desempeñó esta tarea hasta un mes antes de su fallecimiento, el 2 de julio de 2008.
con información de la UNAM