CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS,-  La psicóloga Sara Mendick de la Universidad de California enumera algunos de los beneficios que tiene realizar pequeñas siestas después de comer. Dormir de 10 a 20 minutos, ayuda a despejar la mente, y permite volver al trabajo con energías renovadas.

La especialista detalló que permitir que el cuerpo descanse después de haber ingerido alimentos puede disminuir la irritabilidad de las personas ademas de mejorar el animo de las mismas.

“De acuerdo con recientes investigaciones los bebes que se saltan la siesta tienen más riesgo de padecer trastornos anímicos cuando crecen”, explicó la doctora.

Según investigadores de la Allegheny College de Pensilvania, una siesta vespertina disminuya la presión arterial después de un día estresante con lo que se consigue crear un efecto cardioprotector. De acuerdo con los especialistas las personas con esta costumbre presentaban casi un 40 por ciento menos de probabilidades de sufrir un infarto.

Otro de los beneficios, agregó la doctora Mendick, es que reduce las ganas de comer, favorece la creatividad, mejora la percepción, potencia la memoria, el aprendizaje e incluso la vida sexual. ” Y no es necesario que se duerma por mucho tiempo, con 30 minutos es más que suficiente”.

Antonio Pedrera, neurofisiólogo del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, apuntó que otra ventaja es que descansar después de la comida auementa la productividad, “es un reinicio rápido, como el que hace una computadora cuando lo apagamos y lo volvemos a encender”.

Para Leon Lack, profesor de psicología de la Universidad Flinders, dormir por diez minutos, una vez que hemos terminado de comer, aumenta nuestra agudeza mental pero advierte que si cerramos los ojos por más de 20 minutos “el efecto será contrario y nuestras reacciones serán más lentas de lo normal”.

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