
GUADALAJARA, JALISCO.- Desde 1997, especialistas y expertos del Departamento de Madera, Celulosa y Papel de la UdeG y de la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente (ECRO) realizan pruebas con las fibras de la planta ‘pita’ o ‘ixtle’, para determinar si tiene las características para restaurar documentos o libros antiguos.
La idea es aprovechar el residuo y evitar la importación de papel de kozo de Japón, empleado actualmente para dicho fin.
De acuerdo con Rosalba Campos Carranza, egresada de la ECRO, se viene llevando a cabo un estudio comparativo sobre el efecto del envejecimiento de las propiedades físico mecánicas y ópticas de dos papeles: pita y kozo, a fin de determinar el comportamiento de este material en cuanto a su permanencia en el ambiente, así como su resistencia al manejo.
Por su parte, el académico del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI), José Anzaldo Hernández, dijo que en cuanto a resistencia, «se ha observado que no hay mucha diferencia, incluso la pita supera a la fibra de kozo en algunas características, sobre todo en resistencia, la tensión, las fibras son de mejor calidad».
De comprobarse su potencial o lograr su mejora, el papel de pita podría ser colocado sobre la superficie desgastada y se pega. De 12 gramos de pulpa es posible obtener un metro cuadrado de papel y es tan sutil como una telaraña o papel de china, esto permite la lectura de los documentos y la flexibilidad para su manipulación
jcrh