Directora Mónica González Contró, abogada general de la UNAM
Distinguidos señores ex directores de esta Facultad de Derecho;
Admirados maestros eméritos;
Dr. Fabián Mondragón Pedrero, presidente de los colegios de profesores de esta institución y representante personal de mi amiga,la química Bertha Rodríguez, secretaria general de AAPAUNAM.
Estimados compañeros maestros, que hoy son homenajeados:
Señoras y señores familiares de nuestros maestros;
distinguidas personalidades que nos acompañan:

Debo iniciar este evento, expresando nuestro sincero agradecimiento a todos ustedes, por estar presentes en este día de singular importancia. El acto que nos convoca, reviste la mayor trascendencia, porque este, día la Facultad de Derecho ha decidido honrar a sus maestros.

Nuestra Facultad ha sido-y en esta nueva etapa, deberá ser más que nunca- motor y espejo en la principal labor educativa, en materia jurídica, del país. Somos un espacio de encuentro y concordia jurídico-intelectual, en el cual coinciden la formación de profesionales de excelencia, la labor de difusión cultural y la investigación.

El futuro de la Universidad y de México depende, en buena parte, del futuro de su Facultad de Derecho. Y el porvenir de esta, sin duda esta soportado por sus Maestros. Recibimos un legado histórico de grandes Maestros que perduran y se inmortalizaron, por el conocimiento que nos heredaron a las generaciones postreras.

Recogemos el reto de tratar de ser mejores que ellos; y sólo lo lograremos, si tenemos como objetivo principal la excelencia. Ese es nuestro compromiso con el país, para contribuir a construir un mejor presente y un esperanzador porvenir.

Honrar, honra.

Es justo y necesario, saber apreciar y reconocer a aquellos que día a día entregan sus luces, su entusiasmo y su vida misma a esta Casa de Estudios.

El día de hoy, tengo el privilegio de compartir este instante de la existencia con ustedes, para poder hacer patente este agradecimiento, mediante la entrega de un reconocimiento que les hace la Facultad de Derecho, su comunidad y sus autoridades.

Para quienes tuvimos la fortuna de formarnos en esta Escuela, no hay honor más grande, por su trascendencia social, que el de formar parte de este claustro académico.

Gracias queridos compañeros Maestros, porque con su esfuerzo diario, confirmamos que la generosidad de cada uno de ustedes, está profundamente ligada a su vocación, pues, a través de sus estudiantes, entregan lo mejor de sí al país.

Ante la Honorable Junta de Gobierno, adquirí el compromiso de cimentar las bases para el fortalecimiento, la actualización y la renovación de nuestra planta docente, a efecto de crear una nueva generación de graneles juristas.

Ello habrá de hacerse, respetando siempre la constancia, el cumplimiento del deber, la tradición y la experiencia de nuestros maestros, todo enmarcado por un profundo respeto a sus derechos laborales.

Reitero ante ustedes mi compromiso de ejercer la Dirección de esta nuestra casa con transparencia y rendición de cuentas. Convencido de que lo que necesita nuestra Facultad de Derecho es transparencia, transparencia y más transparencia.

Con la directriz y el apoyo del Rector Enrique Graue, quien encabeza la gran transformación de nuestra Universidad, habremos de dejar huella en esta etapa crucial de la educación en México. Deseo hacer mención especial a un hecho trascendente: Este día, La Facultad reconoce 60 años de labor docente del Maestro Alfredo Sánchez Alvarado, para quien pido un fuerte aplauso.

«La Corrupción es el cáncer que corroe las entrañas de los actos de autoridad». Es una de sus frases más célebres.

Con el ejemplo de Este insigne jurista, siéntanse orgullosos de ser parte de este momento histórico, en el que la Facultad de Derecho, con el concurso de todos ustedes, se ha fijado el objetivo de recuperar su grandeza. Son ustedes, los maestros que habrán de acompañarnos a recibir a la Generación del Centenario.

Son ustedes maestros, con quienes vamos a alcanzar el reto de volver a impartir una educación jurídica de excelencia.

Su guía y apoyo, es -y seguirá siendo- indispensable, para formar a los mejores juristas que el país necesita. ¡Felicidades y nuevamente, gracias por su pasión y entrega!

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