• La residencia oficial de Los Pinos ha sido testigo de la historia política del México contemporáneo y en el próximo sexenio su continuidad como casa presidencial podría llegar a su fin

La residencia oficial de Los Pinos, antiguamente rancho La Hormiga, es uno de los íconos del poder ejecutivo en nuestro país, y ha albergado a los presidentes de la nación desde tiempos de Lázaro Cárdenas, pero que  en este nuevo sexenio a cargo de Andrés Manuel López puede cambiar su rumbo para convertirse en el centro cultural más grande del mundo.

A continuación, te contamos un poco sobre los orígenes de esta propiedad y la manera en que terminó siendo el hogar de los presidentes y cuál será su destino en este sexenio 2018-2024 a cargo de AMLO.

Su historia comienza en…

El reinado de Moctezuma, quien mandó a construir en la zona canales que transportaban el agua desde el cerro de Chapultepec hasta Tenochtitlán.

El Huey Tlatoani Moctezuma, le pidió a Nezahualcóyotl que decorará la zona con distintas flores y ahuehuetes. Décadas más tarde, luego de la llegada de los españoles y al inicio de la época colonial se construyó el Molino del Rey, el cual se cree que perteneció a Hernán Cortés antes de pasar al regidor Ruy González en 1550.

Cinco siglos después, ya en el México Independiente, el terreno quedó a nombre de Don José Rincón Gallardo, quien lo conservó por varios años hasta que en 1851 lo vendió al doctor de origen panameño José Pablo Martínez del Río, quien por cierto fue el encargado de traer la anestesia a México, y que nombró al lugar como La Hormiga, por ser el terreno más pequeño que tenía.

Más tarde, el doctor le cedió el terreno al entonces Emperador de México, Maximiliano de Habsburgo. Tras la caída del Imperio, La Hormiga fue peleada por los descendientes del docotor Martínez del Río, lo que provocó que desde ese momento y hasta el Porfiriato el terreno quedara en manos de las instalaciones judiciales.

Ya entrada la Revolución Mexicana, en 1916, Venustiano Carranza expropió el lugar; cuando los Martínez del Río se dieron cuenta de que su propiedad había sido ocupada por las fuerzas militares. Un par de años más tarde el terreno regresó a la familia y no fue hasta 1924 que decidieron venderlo al gobierno federal.

No obstante, el terreno tiene mucha historia que contar, pues además de ser jardín de reyes, Los Pinos alberga parte de los vestigios del Acueducto de Santa Fe, una construcción hidráulica del siglo XVI que corría de Cuajimalpa al Zócalo capitalino y que tuvo una vida útil durante cuatro siglos.

Residencia oficial de los presidentes

Cuando Lázaro Cárdenas tomó posesión como presidente en 1934, aseguró que no viviría en el Castillo de Chapultepec como lo habían hecho los anteriores mandatarios, pues consideraba que era un lugar demasiado grande y ostentoso para vivir, así que el general decidió abrir las puertas del Castillo como un museo que tuviera acceso a todo el público.

Fue así que La Hormiga se convirtió por primera vez en la residencia de un presidente de México; cuando Cárdenas se mudó a vivir ahí, le cambió el nombre a Los Pinos en recuerdo a la huerta donde se enamoró de su esposa, Amalia Solórzano, en Tacámbaro, Michoacán.

A partir de entonces Los Pinos fue la residencia oficial de los presidentes del país, y hasta el momento ha visto pasar  14 sexenios, convirtiéndose en el hogar de los presidentes, a excepción de Adolfo López Mateos, quien jamás dejó de vivir en su residencia particular.

El inmueble ha sufrido diversas modificaciones y remodelaciones, y en antes del sexenio de Felipe Calderón, la casa podía recibir visitas guiadas con previa cita.

¿Qué será de Los Pinos con AMLO presidente?

Durante su campaña, el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador, aseguró que no viviría en Los Pinos, pues decidió que su residencia oficial será Palacio Nacional.

Emulando lo que hizo en su tiempo Lázaro Cárdenas, Obrador ha propuesto que la Residencia Oficial de Los Pinos se convierta en el complejo cultural más grande del mundo.

Además lanzó la iniciativa #TodosSomosLosPinos, en donde se invita a la ciudadanía a participar en la transformación de las 60 hectáreas de terreno que ocupan Los Pinos.

La campaña mostrará las posibles opciones para la actual casa del presidente, entre las cuales destacan el centro cultural más grande del mundo, un cine para niños, un espacio para la diversidad, una colección de patrimonio cultural vivo o incluso una enorme biblioteca.

Así que el destino de Los Pinos aún es incierto, lo que sí se sabe es que a partir de diciembre de 2018, este icónico lugar dejará de funcionar como casa de presidentes y se convertirá en lo que mayoría de la ciudadanía decida, así que ¿tú en qué lo convertirías?

Imagen: Twitter (@carlostomasini)

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