Brenda Barattini, de 26 años, se encuentra detenida en la provincia argentina de Córdoba por haberle cortado el pene y los testículos a un hombre de 40 años de edad.

Para ello, usó unas tijeras de podar que compró para podar un pequeño jardín en su balcón, y su abogado, Carlos Nayi, señaló que lo hizo con el fin de protegerse de un ataque sexual.

Tras el ataque, la joven no trató de escaparse, ni se resistió a que la detuvieran.

Barattini está arrestada desde el fin de semana en el complejo penitenciario de Bouwer bajo la imputación de «lesiones gravísimas» tras haberle cortado los genitales a un hombre el pasado sábado por la noche en su apartamento.

Según la investigación, la mujer mantenía una relación oculta con la víctima, de nombre Sergio, quien permanece internado en el Hospital de Urgencias de Córdoba después de una fuerte hemorragia, fruto de la lesión.

El abogado de Barattini describió que el hombre, quien asegura ser el supuesto amante de la joven, era amigo del hermano de ella y que él habría entrado al apartamento con la excusa de buscar un instrumento musical y ya en el interior del domicilio la atacó.

Su defensa aseguró que no eran pareja y que la chica intentó defenderse de una violación. «Ella se quebró en llanto y me dijo que la había atacado», contó su mamá al medio local Todo Noticias.

«No le deseo a ninguna madre que viva esto. Ella es mi luz, mi sol, mi vida. Es una persona que nunca se dejaría tocar. Ella salvó su honor», remarcó la progenitora. Asimismo, añadió que la acusada estaba a punto de casarse con su novio de hace 7 años.

La versión de la mujer de 26 años contradice a la de la víctima, que relató que fue mutilado con los ojos vendados y en estado de indefensión. Asimismo, sus amigas publicaron en redes sociales mensajes alusivos a la relación que mantenía la mujer con Sergio, de 40 años.

Una de sus amigas, Tamara Fondovila, sostuvo en Twitter que Barattini actuó en defensa propia después de violación y constantes amenazas. La mujer tendrá que someterse a varias pruebas psicológicas y psiquiátricas que permitirán dilucidar si comprendía la criminalidad de su accionar.

El caso recuerda a otro similar sucedido en 1993 en Estados Unidos: el del matrimonio Bobbit. En aquella oportunidad, Lorena le cortó el pene a su esposo, John, mientras dormía tras haber soportado maltratos y violaciones sexuales.

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