El Gobierno de Enrique Peña Nieto utilizó armas cibernéticas contra la comisión internacional que llegó a México para ayudar a esclarecer el asesinato de 43 estudiantes normalistas en el estado de Guerrero en 2014.
Periodista afirma que espionaje gubernamental fue montado
El equipo de investigadores internacionales que llegó a México con el fin de investigar la desaparición de 43 normalistas en Ayotzinapa, tipificado como uno de los peores episodios en el gobierno del presidente enrique Peña Nieto, fue uno de los blancos del espionaje sistemático del gobierno mexicano en contra de periodistas y defensores de los derechos humanos.
El espionaje fue efectuado a través del software espía denominado Pegasus, adquirido por el gobierno federal y cuya venta es utilizada para combatir el terrorismo y el crimen organizado.
Esto es parte de una investigación de The New York Times, al que le dedica una parte de su portada del día lunes 10 de julio.
De acuerdo con el NYT, los investigadores del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) califican este ataque cibernético como una campaña de acoso e interferencia que «obstaculizó sus indagatorias sobre el caso de 43 estudiantes que desaparecieron tras los enfrentamientos con la policía en septiembre del 2014 y cuyos cuerpos fueron presuntamente incinerados».
Este comité de investigación fue designado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CNDH) y además del ciberataque sufrido, también han reportado una serie de obstáculos en su trato con el Gobierno Mexicano.
«Como el rechazo a compartir documentos o permitir la realización de entrevistas clave e, incluso, con una indagatoria penal en represalia a su trabajo», explica TNYT.
Hay evidencia contundente
A diferencia de otras ocasiones, en el caso de espionaje en contra de la comisión internacional que investiga Ayotzinapa sí hay evidencia física que lo comprueba.
«Ahora hay evidencia forense que demuestra que los integrantes del grupo también fueron blanco de tecnología de espionaje».
El principal enlace del GIEI recibió mensajes de texto con un hipervínculo que escondía un programa espía llamado Pegasus, un arma cibernética que el Gobierno Mexicano compró por decenas de millones de dólares.
Por desgracia, ese teléfono, que era del secretario ejecutivo, fue utilizado por todos los integrantes del GIEI, debido a que era una especie de nexo de comunicación entre los investigadores, sus fuentes, la CIDH y el Gobierno de México.
También cada uno de los miembros de la investigación fueron atacados individualmente. Todos recibieron mensajes SMS idénticos en sus teléfonos propios, que los invitaban a darle click a un enlace que, de manera secreta, convierte el celular en un dispositivo que puede monitorear llamadas, correos, mensajes de texto, calendarios, contactos, la cámara y hasta el micrófono.
Con información de The New York Times.