Imagen: Captura de pantalla de YouTube: World Weightlifting.
- El Comité Olímpico de su país la incluyó en la delegación que acudirá a la competencia.
- La atleta pasó por diversas pruebas para lograr su acreditación.
- Esta es la historia sobre la deportista.
La halterófila neozelandesa Laurel Hubbard se convertirá en la primera atleta transgénero en competir en los Juegos Olímpicos.
Esto se da después de que las autoridades deportivas confirmaran este lunes que integrará el equipo de su país.
La jefa del Comité Olímpico de Nueva Zelanda, Kereyn Smith, precisó que Hubbard cumple las condiciones para la participación de las y los atletas transgénero.
«Reconocemos que la identidad transgénero en el deporte es un tema altamente delicado y complejo que exige un equilibrio entre los derechos humanos y la ecuanimidad en el terreno», afirmó en un comunicado.
Hubbard es reconocida como atleta femenina después de mostrar niveles de testosterona inferiores a los autorizados por el Comité Olímpico Internacional (COI).
Sus detractores estiman, sin embargo, que parte con una ventaja física por haber nacido hombre, en detrimento de las deportistas nacidas mujeres.
Competirá en Tokio en la categoría de más de 87 kilogramos, en la que ocupa el puesto número 16 a nivel mundial.
Laurel Hubbard, quien hará historia para la comunidad transgénero, no ha competido tras haber sufrido una lesión en el codo en los Juegos de la Commonwealth en 2018.
Ese año, la Federación Australiana de Halterofilia intentó impedir su participación, considerando que su musculatura y su fuerza le daban una ventaja física más allá de su nivel de testosterona.
Hubbard habla poco, pero en 2017 explicó en Radio New Zealand que solo deseaba competir en un deporte que ama.
«Si lo pienso, eso hace mis arrancadas aún más difíciles (…) Soy quien soy», explicó. «No quiero cambiar el mundo. Solo quiero ser yo misma y hacer lo que hacía antes», añadió.
