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- La salida de Ronald Koeman de la escuadra blaugrana puso «en alerta» al futbol español.
- Por tanto, Xavi, uno de los jugadores más reconocidos de la agrupación podría ser la solución.
- Si bien no hay nada confirmado, es uno de los principales candidatos a comandar el Barcelona.
La destitución de Ronald Koeman tras caer frente al Rayo Vallecano en Liga abre la búsqueda de su sustituto en el Barcelona, para lo que parece subir enteros el nombre de la leyenda Xavi Hernández.
«Xavi por Koeman», titula en Primera el diario catalán Mundo Deportivo. Mientras su competidor Sport, tras hablar de un Koeman «fulminado», apunta a que Xavi Hernández «se perfila como el nuevo inquilino del banquillo azulgrana».
El excentrocampista del Barça lleva tiempo mostrando su deseo de entrenar al club azulgrana. Según los medios españoles, las negociaciones ya están en marcha.
«Xavi, con el acuerdo con el Barça muy avanzado, negocia ahora con el Al Saad para estar en Kiev» en el partido de Liga de Campeones contra el Dinamo, afirma la edición en línea de Mundo Deportivo.
«A pesar del delicado momento en el que se encuentra el Barcelona, el de Tarrasa está dispuesto a tomar el equipo. Cree que puede revertir la situación», afirmó Marca.
Xavi, que en mayo renovó por 2 años con Al Saad, no incluyó, según la prensa, ninguna cláusula liberatoria en caso de ser llamado por el Barcelona.
Pero el club catarí le habría asegurado que no pondría excesivos problemas para su salida rumbo al equipo catalán.
Según Sport, «se espera que la llegada de Xavi al Barcelona se pueda hacer oficial en las próximas horas» para sustituir a Koeman. Cuyo hueco será cubierto interinamente por el entrenador del filial, Sergi Barjuan.
Barjuan estará al mando, hasta que «el club cierre la contratación de nuevo entrenador», precisó el Barça. Esto después de que el domingo pasado había dado su apoyo a Koeman, tras ser acosado por los aficionados a la salida del Camp Nou.
‘Destitución inevitable en el Barcelona’
Sin embargo, los malos resultados han acabado por llevar a la destitución del ya extécnico azulgrana, pese al coste de su despido de entre 12 y 14 millones de euros (entre 14 y 16 millones de dólares) en un club que atraviesa duros momentos financieros.
La derrota 1-0 en Vallecas en la 11ª jornada de Liga fue la punta a un inicio de temporada marcado por un juego irregular y una serie de malos resultados.
«La destitución de Koeman era inevitable. Porque la decadencia del equipo era insoportable», señaló en una columna el director de Sport, Lluís Mascaró.
El Barça se encuentra en novena posición liguera, tras conseguir 15 puntos de 30 posibles y a la misma distancia de la cabeza como del descenso.
El equipo todavía no ha ganado como visitante esta temporada, a lo que se une su delicada posición en la Champions tras sufrir sendas goleadas 3-0 ante el Bayern de Múnich y el Benfica, y solo haber ganado por 1-0 al Dinamo de Kiev.
Llegado en agosto de 2020 para enderezar el rumbo de un Barcelona sacudido por su dolorosa derrota 8-2 frente al Bayern de Múnich en cuartos de la Champions, el holandés no ha podido cumplir sus expectativas.
El héroe de la final de Wembley contra la Sampdoria, con un gol que dio la primera Copa de Europa al Barça en 1992, tendría que lidiar en su primera temporada con el amago de salida de Messi y el traspaso de Luis Suárez hacia el Atlético de Madrid.
Un solo trofeo
En un club acuciado por las tensiones económicas e institucionales, Koeman con un equipo en plena transición consigue acabar la temporada tercero del campeonato.
En la Champions cayó en octavos contra el PSG, pero pudo consolarse en España con la Copa del Rey, único título logrado por el holandés en este casi año y medio al frente del Barça.
Su continuidad en el cargo pareció estar en el alambre desde el inicio de la presente temporada. Esto al tratarse de un técnico elegido por la directiva anterior a la encabezada por Joan Laporta, quien, sin embargo, lo acabó manteniendo en el cargo.
La temporada no empezó mejor que la anterior para Koeman con la salida de Messi del equipo y un irregular inicio de campaña cuya prolongación en el tiempo, unido a la falta de brillo de su juego, que han terminado por sentenciar al holandés.