En un kínder de la ciudad de Saltillo, Coahuila, un niño de 3 años sufrió abuso sexual por parte de sus compañeritos, niños de entre 3 y 5 años de edad.

Padres de familia denunciaron a la directora del kínder Guadalupe Borja de Díaz Ordaz, luego de que su hijo de tres años sufriera abuso sexual a la hora del recreo.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes 27 de septiembre.

De acuerdo con el relato de los padres de la víctima, cuando su abuelo acudió a la escuela para recogerlo encontró al niño llorando.

El hombre le preguntó a la maestra Érica Berenice Garay por el llanto de su nieto, a lo que la mujer le comentó que lloraba porque unos niños le habían quitado una moneda.

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No obstante, el abuelo comentó que durante todo el camino el pequeño continuó llorando y que se quejaba de dolor en sus partes íntimas.

Al llegar a casa, la madre del niño pensó que la molestia era por una posible rozadura.

“Al intentar limpiar sus partes, me doy cuenta que el niño traía todo su esfínter dilatado y enrojecido.

“Le pregunto, ¿qué te pasó? Y me responde, es que ‘unos niños malos me hicieron algo malo y me picaron mi colita’”, relató la madre de la víctima.

Directora pretendía ocultar los hechos

De inmediato acudieron a la escuela para reclamar lo sucedido.

Sin embargo, los padres del menor aseguran que la directora del plantel, Diana Karen Pecheco, quiso minimizar los hechos y que pretendía ocultarle lo sucedido a las autoridades.

Por su parte, el hermano mayor del niño abusado confesó que le avisó a las maestras lo que le estaban haciendo a su hermano; no obstante, el niño asegura que solo le dijeron que ya no se juntara con ese niño.

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Tras la insistencia de los padres del menor, la directora del kínder accedió a firmarles un acta en donde se asentaba el abuso, pero los presionó para que no acudieran a las autoridades de Saltillo.

Ante esto, el matrimonio realizó la denuncia correspondiente en la Procuraduría para Niños, Niñas y la Familia.

Las autoridades presentaron al menor con una psicóloga, a quien el menor narró que a la hora del recreo un grupo de niños lo maniataron en el área de juegos.

Le contó que lo penetraron con lo que describió como “un palo”, hecho que confirmó el médico legista.