Un expolicía condenado a 12 años y seis meses de prisión habría disparado y matado a una mujer australiana que trataba de denunciar un delito.

Mohamed Noor, de 33 años, recibió su condena en abril. Los cargos fueron homicidio en segundo grado y asesinato en tercer grado por la muerte de Justine Damond en 2017.

Un caso que conmocionó la ciudad del medio oeste y provocó indignación en el país de origen de la víctima.

Noor acudió, según dijo, al lugar de los hechos en respuesta a una denuncia de un posible asalto sexual en un callejón de Minneapolis.

En el juicio, le expresó al juez su horror al enterarse de que había disparado a una mujer inocente.

«Ese error es difícil de soportar», dijo con la voz quebrada.

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«El acto pudo haberse basado en un error de cálculo, pero fue un acto intencional», dijo la jueza del Tribunal de Distrito del Condado de Hennepin, Kathryn Quaintance.

El juicio contra el expolicía condenado

Durante el juicio, Noor testificó que le disparó a Damond, una australiana que se había mudado a Estados Unidos, para proteger a su compañero.

Ello, porque temía una emboscada al responder a una llamada de emergencia que ella había hecho.

Pero los fiscales insistieron en que no actuó siguiendo el protocolo del departamento de policía.

Noor atacó a Damond desde el asiento del pasajero del patrullero de la policía en el que estaba con su compañero, Matthew Harrity.

La víctima, una instructora de yoga de 40 años, se había acercado al vehículo después de llamar dos veces al 911, para reportar una posible violación en un oscuro callejón ubicado detrás de su casa.

Damond quedó herida en el abdomen y murió en el lugar. Sus últimas palabras fueron: «Me estoy muriendo», según las autoridades.

De acuerdo con las pautas de Minnesota, el homicidio en segundo grado conlleva una pena de 120 a 180 meses, que la jueza estableció en 150.

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La magistrada señaló que el asesinato en tercer grado es posible de una pena de 150 meses, pero dado que es un delito menor no le impuso pena.

Noor tiene prohibido el uso o la posesión de armas o explosivos. Deberá pagar una multa de seis mil dólares y una indemnización a determinar. Además tendrá que proporcionar una muestra de ADN, según ordenó el juez.