De acuerdo con la consultora IDC, si eres un prestador de servicios independiente tienes tres opciones para cumplir con la emisión de estas facturas.
La primera opción es gratuita y puede utilizarse en la página de Internet del Servicio de Administración Tributaria (SAT); la segunda opción, también en el portal del SAT, se realiza con la aplicación Mis cuentas.
Con estas dos opciones no se tendrá que hacer ajuste alguno, salvo llenar los nuevos campos.
La tercera opción es facturar con un proveedor autorizado por el SAT. Si se opta por este medio, es necesario verificar que el proveedor conozca los cambios de la nueva versión 3.3.
Cabe señalar que la responsabilidad de emitir correctamente la factura corresponde al freelance, pues si se emite con errores, los clientes no podrán deducir el pago realizado en el Impuesto sobre la Renta (ISR) ni acreditar el IVA, además que se puede ser acreedor de una multa.
Los puntos que los freelance deben revisar con detenimiento al usar la nueva versión de CFDI son anotar la clave de servicios, es decir la rama de actividad económica a que se dedica el contribuyente de una relación de más de 17 divisiones y diferentes grupos y clases; transcribir la unidad de medida, de una lista de 2424 claves de acuerdo con catálogos predefinidos por la autoridad y señalar el uso que le dará el cliente al comprobante. Es decir: si lo utilizará para darle o no un efecto fiscal.
“Por ejemplo, un dentista tendría que seguir el siguiente proceso para ubicar su clave de servicio: tipo, servicios; división, servicios de salud; clase, servicios dentales; práctica médica, servicios de ortodoncia, cuya clave finalmente sería 8512205”, expuso la firma.
Ante este panorama, la consultora sugirió precisar con el proveedor de facturación la actividad económica para que el sistema solamente refleje la clave, sin que se tenga que realizar la búsqueda en el catálogo respectivo.
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