*El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, quien propone “mano dura” para combatir la criminalidad en el país, negó hoy que vaya a cambiar la Constitución para legalizar la pena de muerte
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, quien propone “mano dura” para combatir la criminalidad en el país, negó hoy que vaya a cambiar la Constitución para legalizar la pena de muerte, como había sugerido horas antes uno de sus hijos y diputado, Eduardo Bolsonaro.
“No forma parte de mi campaña. Asunto cerrado”, dijo Bolsonaro, que asumirá el poder el próximo primero de enero, por medio de un mensaje de Twitter.
El hijo del presidente electo, el diputado Eduardo Bolsonaro, había evocado la posibilidad de un plebiscito para debatir una posible legalización de la pena de muerte, medida punitiva prohibida en la Constitución.
El exmilitar quiere sin embargo cambios para reducir de 18 a 16, o incluso 14, la edad de mayoría penal para poder encarcelar a criminales más jóvenes, y ya dijo que “orientará” a su nueva administración y a los órganos públicos para que civiles que maten “a ladrones o bandidos” no sean castigados por la Justicia.
Con todo, la Fiscalía general de Brasil ya advirtió que podría oponerse a la medida propuesta de Bolsonaro de legalizar la portación de armas para civiles en un país que en 2017 registró más de 63 mil homicidios.
En 2003 Brasil aprobó una ley para tratar de reducir el número de armas en circulación, al considerar que era una medida efectiva para combatir la criminalidad.
Con todo, datos del año pasado mostraron que solo en 2017 fueron registradas 33 mil nuevas armas, 10 veces más que en 2004, cuando entró en vigor el estatuto para el desarme en el país.
Información e imagen: Notimex
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