* Los guardianes de la Torre de Londres decidieron quitarse su tradicional uniforme, en protesta por el recorte a sus pensiones.

Los guardianes de la Torre de Londres no llevaban su tradicional uniforme rojo y negro, sino chalecos amarillos como señal de protesta durante una manifestación contra el recorte de sus pensiones de jubilación.

Por primera vez en 55 años, los empleados del organismo independiente encargado del mantenimiento de los Palacios Reales Históricos (HRP) británicos, entre ellos los emblemáticos «beefeaters» de la Torre de Londres, hicieron huelga contra un nuevo plan de pensiones por capitalización.

«Los empleados más jóvenes perderán mucho dinero de su salario con el nuevo plan, ahora deben pagar un 8% pero después debería aumentar hasta el 15%», afirma una de las manifestantes que solo quiere ser identificada como Theresa.

Además, con el cambio, su pensión estará sometida «a los caprichos de los mercados bursátiles», agregó, mientras al pie de la Torre de Londres los manifestantes enarbolaban pancartas que decían: «Palacios Históricos, defendamos nuestra jubilación».

«La huelga de hoy es decepcionante y no cambiará en nada nuestra decisión de cerrar el régimen de prestaciones anterior», afirmó el director general de HRP, John Barnes.

Cuando aparecieron en el siglo XIV, los «beefeaters» eran los encargados de proteger las joyas de la Corona británica y de vigilar a los prisioneros de la Torre de Londres.

Hoy en día, aunque su función ha cambiado, siguen siendo uno de los principales atractivos de ese edificio histórico, donde recibe a los visitantes.

Representados por dos sindicatos londinenses, PCS y GMB, los empleados de HRP votaron muy mayoritariamente favor de una huelga que continuará tras las fiestas navideñas y a principios de enero.

LA RESTAURACIÓN

Miles de obras de arte, relojes, candelabros y muebles están siendo retirados del palacio de Buckingham antes de importantes trabajos, anunciaron el viernes responsables de la Casa Real británica.

En total, más de 200 salas situadas en seis plantas del ala este del palacio serán vaciadas en los próximos seis meses por trabajos de electricidad y plomería en ese sector.

El importante proyecto de renovación apunta a adecuar las instalaciones de la residencia londinense de la reina Isabel II a las normas.

Los trabajos, financiadas por los contribuyentes, deben durar diez años y ascienden a 369 millones de libras (482 millones de dólares).

Unos 150 objetos serán expuestos en el Pabellón real de Brighton (sureste de Inglaterra) adonde estaban antes de que la reina Victoria vendiera la propiedad en 1850.

Restaurando «el palacio ahora evitaremos problemas mucho más costosos y potencialmente catastróficos en el futuro, y permitimos también así al publico observar esta colección extraordinaria», declaró Tony Johnstone-Burt, responsable de la intendencia de la Casa Real.

El vasto programa de renovación del palacio de Buckingham fue anunciado a fines de 2016 y comenzó en abril de 2017. Los trabajos se harán ala por ala, con la excepción de las salas de recepción que serán restauradas progresivamente para que permanezcan abiertas para banquetes oficiales y visitas.

Los trabajos terminarían hacia 2025 con la restauración de los departamentos privados de la reina, en el ala norte. La monarca tendrá entonces que mudarse a otra parte del palacio.

La reina es «extremadamente pragmática» y está dispuesta a instalarse donde sea necesario, según un alto responsable de la Casa Real.

Su esposo, el príncipe Felipe, implicado en la renovación del castillo de Windsor cerca de Londres luego de un importante incendio en 1992, sigue de cerca el proyecto, declaró el responsable, así como su hijo y heredero de la corona, el príncipe Carlos.

Información y foto: AFP 

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