Redacción
Febrero 14, 2018

Durante su último día de precampaña, el precandidato presidencial de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena-PES-PT) dice que no quiere sentirse insustituible «o que piensen que somos milagrosos, pero sólo nosotros podríamos acabar con la corrupción en México».

Si en este tercer intento logra llegar a la Presidencia de la República, dice, sus hijos no estarán en el gobierno, mucho menos serán sus sucesores como dirigentes de Morena. De perder los comicios, se irá a La Chingada, su quinta en Chiapas y no tomará avenidas, ni encabezará manifestaciones bajo el señalamiento de fraude electoral.

El balance para López Obrador es positivo en estos dos meses de precampaña y da la bienvenida a todos los que los apoyan, como la familia de la exlideresa sindical Elba Esther Gordillo.

Adelanta que no habrá venganzas, ni investigaciones contra la administración del presidente Enrique Peña Nieto. «No va a ser iniciativa del Presidente entrante el perseguir al presidente saliente», recalca.

Asegura tener más experiencia al día de hoy, mayor conocimiento del pueblo y mejor organización para enfrentar un posible fraude electoral.

El tabasqueño destaca un balance positivo de la etapa preliminar del periodo electoral al considerar que «Nos fue bien, pienso que crecimos, ya estábamos arriba al entrar a la precampaña y crecimos un poco más. Lo más importante es que no tuvimos contratiempos, fue muy agradable la precampaña, no fue tensa, no tuvimos problemas.

Al preguntarle cuál es su opinión acerca de sus dos contendientes más cercanos, Andrés Manuel respondió que José Antonio Meade «es un tecnócrata deshonesto, parte de un régimen corrupto».

De Ricardo Anaya señaló que «es un ambiciosillo vulgar, corrupto, sin ideales ni principios».

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