En el país del jamón serrano, el tema no iba a pasar desapercibido y la campaña del ministro español de Consumo contra la alta ingesta de carne recibió rápida réplica.

«A mí, donde me pongan un chuletón al punto, eso es imbatible», respondió el primer ministro Pedro Sánchez en Lituania, donde estaba de visita oficial, preocupado por evitar un conflicto con el sector ganadero.

Alberto Garzón, miembro de la izquierda (coordinador de Izquierda Unida) asociada a Podemos y al PSOE en el gobierno, había publicado horas antes una serie de tuits llamando la atención sobre el consumo excesivo de carne en España, acompañados de la etiqueta «#MenosCarneMasVida».

En un video de 6 minutos, el ministro detallaba -con el apoyo de infografías y numerosas cifras- los efectos que tiene el consumo de carne en la salud y el medio ambiente.

«El consumo de agua necesario para que un trozo de carne llegue a un plato es preocupante. El agua que beben los animales, la necesaria para producir pienso, para transportar la carne o para envasarla, contribuye a acabar con las reservas de nuestro planeta», afirma uno de los tuits.

«1 kilo de carne igual a 15,000 litros de agua», agrega.

La polémica por el jamón serrano y la carne

Sus tuits provocaron inmediatamente una ola de protestas, donde varios ministros mostraron su desacuerdo, encabezados por el responsable de Agricultura, Luis Planas.

El ministro acusó a su colega de crear «un falso problema». Calificó en una entrevista en la radio Cadena Ser de «profundamente injustas» estas críticas al sector ganadero, subrayando que este solo genera «el 8%» de las emisiones de gas de efecto invernadero del país.

La ministra de Sanidad, Carolina Darias, pareció ir en el mismo sentido que Sánchez. Abogó durante una conferencia de prensa por «una dieta que nos permita alternar una ingesta importante bien de proteínas, bien de vitaminas (…)».

Las declaraciones del ministro de Consumo son «irresponsables e impropias de un ministro de España; no solo trata de estigmatizar un producto sino a todo un sector de actividad», criticó, a su vez, un colectivo de 6 asociaciones del sector de la carne en una carta abierta.

«Irresponsable»

Garzón se defendió argumentando que este objetivo de reducción del consumo de carne, entre ellas, el jamón serrano, se incluye dentro del plan estratégico del gobierno «España 2050».

En su documento explicativo de 700 páginas señala que «numerosos estudios muestran que el consumo de carne en la población española es entre 2 a 5 veces superior a la dosis aconsejada».

También Greenpeace intervino en la polémica; criticó en un comunicado la actitud «totalmente irresponsable» del presidente del gobierno.

«Se jacta de combatir la emergencia climática y ante una pregunta sobre la necesidad de reducir el consumo de carne, como avala la ciencia, contesta que un chuletón al punto es imbatible».

En 2020, los españoles consumieron 49.86 kilos de carne por persona, una cifra al alza en 10.2% respecto al año anterior. Esto es con base en el último informe del Consumo alimenticio, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

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