En silla de ruedas, sin dinero y viviendo en la calle, la señora Sonia García tuvo que hacer el funeral de su hijo de 29 años en plena calle.

El joven, identificado como Carlos Moisés López García, falleció en días recientes luego de contraer dengue grave.

La mujer, quien se quedó sin vivienda, debió velar a Carlos en la misma calle de Tegucigalpa en la que vive desde hace años.

Carlos se dedicaba a lavar y cuidar automóviles; también era ayudante de tiendas de la localidad y todo el dinero lo utilizaba para comprar medicinas, pañales y cosas que necesitara su madre enferma.

“No tengo dónde vivir y, por eso, lo velo en la calle”, dijo la mujer a los medios locales en Honduras.

La mujer se postró en un rincón y en medio de llantos le dio el adiós a su hijo, quien era su único compañero y proveedor.

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Contó que su hijo falleció el pasado lunes 19 de agosto.

“Primero se enfermó de diarrea y vómito, y se curó, pero sólo quedó vomitando, lo llevaba al Hospital Escuela y sólo lo inyectaban y lo regresaban. La última vez se desmayó en la entrada del hospital, ahí si lo aceptaron, pero sólo duró cuatro días, ahí murió mi hijo”, dijo Sonia.

Recordó con pesar que su hijo era el único que velaba por ella, que trabajaba mucho para poder comprarle sus pañales y medicamentos.

Murió de dengue en la calle

Vecinos de la zona lamentaron la muerte del joven, a quien reconocieron como alguien muy trabajador.

“Tener que velar a su muchachito en la calle. A unos días de nacer acá estaba él. Era un joven muy trabajador y respetuoso”, recordó una vecina.

Según información de medios locales, el ataúd permaneció junto a Sonia por varias horas, luego autoridades de la ciudad subieron el féretro a un camión y se lo llevaron a un cementerio.

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En Honduras se han registrado esta semana un centenar de muertos por dengue grave. Desde enero anterior y hasta agosto, se presentaron 55 mil contagios de los dos tipos, el clásico y el grave.

El gobierno declaró una alerta epidemiológica por el dengue; sin embargo es un problema que va en crecimiento debido a la miseria que azota a 63% de su población.