Imagen: Unsplash
- Esto ocurrió en una región al sur del país.
- La nación busca protegerse de nuevas cepas de coronavirus.
- Así ocurrió la historia… y esas fueron sus consecuencias.
Las autoridades de una de las principales regiones de Pakistán anunciaron que los funcionarios locales quedarán privados de sueldo si rehúsan ser vacunados contra el Covid-19.
El jefe del gobierno de la provincia de Sindh, Murad Ali Shah, lo anunció. Esto después de un encuentro con responsables de salud tras el descubrimiento en la región de la variante Delta.
Esa fue identificada por primera vez en India en abril de este año.
«El empleado del gobierno de Pakistán que no esté vacunado tendrá su sueldo bloqueado a partir del mes de julio» tuiteó Murad Ali Shah.
Al temer que la catastrófica situación sanitaria de India se extienda a Pakistán, las autoridades de este país refuerzan las restricciones desde hace semanas.
La vacunación, que se inició de forma muy lenta, ha progresado y alcanza actualmente las 200,000 dosis administradas cada día.
Pero solamente 2.2 millones de los 220 millones de habitantes de Pakistán han sido vacunados hasta ahora, la mayoría con dosis suministradas por la vecina China.
¿Posible nueva ola?
En mayo, los colegios y los restaurantes paquistaníes estaban cerrados, pero noche tras noche hordas de fieles llenaron las mezquitas de Pakistán para rezar.
Por miedo a que la catastrófica situación sanitaria de la vecina India se extienda a su país, las autoridades paquistaníes prohibieron desplazamientos con motivo del Aíd al Fitr, la fiesta que marcó la ruptura del ayuno al final del mes del ramadán.
Pero hicieron de «la vista gorda» con las concentraciones religiosas. En ella solía ignorarse el distanciamiento social, para evitar enfurecer a los movimientos más conservadores de este país musulmán.
«Hay mucho miedo a una reacción violenta de los grupos religiosos», afirmó Saeedulá Shah, un médico encargado de supervisar la lucha contra el Covid para la Asociación médica islámica paquistaní.
«Es un gobierno muy débil», añade. «Todo se hace sin la más mínima convicción».
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