Imagen: Pixabay
- La nave fue lanzada la semana pasada como parte de la estación espacial de China.
- Sin embargo, tuvo algunos problemas respecto a la altura.
- No se sabe cuándo ni dónde caerá la nave espacial.
Un cohete chino ha preocupado a nivel mundial. La razón: se desconoce en qué sitio de la Tierra aterrizará, lo que provoca temor.
Varios países, incluido Estados Unidos, han dado su punto de vista sobre este tema «espacial».
«And I think it’s gonna be a long, long time»…
Al cohete Long March 5B, originario de China, no se le espera con la canción «Rocketman«, de Elton John, pero sí casi con la misma ansiedad.
Esta nave fue lanzada la semana pasada, con el fin de enviar fuera del planeta la primera de 3 partes que integrarán su estación espacial, la cual entrará en funcionamiento en 2022.
De acuerdo con la BBC, lo preocupante del cohete son 2 aspectos: dónde caerá y su tamaño, ya que pesa 22 toneladas y mide más de 50 metros.
Actualmente, la inclinación orbital de la etapa central del Long March 5B es de 41.5 grados. Según el diario ABC, el «cuerpo» de la nave podría caer en puntos como Nueva York, Madrid, Beijing, Chile y Wellington, en Nueva Zelanda.
El portavoz del Pentágono, John Kirby, indicó esta semana que se espera la llegada del cohete durante este fin de semana.
De acuerdo con AFP, tras la separación del módulo espacial, el lanzador comenzó a orbitar el planeta en una trayectoria irregular.
Ello causó que perdiera altura lentamente, haciendo casi imposible cualquier estimación sobre su punto de entrada a la atmósfera, y por tanto, de su sitio para aterrizar. Una de las posibilidades es que se desintegre al tocar la atmósfera.
«Y si permanece intacto, siendo el planeta 70% de agua, hay una buena posibilidad de que caiga en el mar, aunque no es seguro. Podría estrellarse contra un área poblada o contra un barco», detalla la agencia.
Esto dice China
Este viernes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, aseguró que los daños por la caída del Long March 5B es baja.
«Hasta donde yo sé, este tipo de cohete adopta un diseño técnico especial, la mayoría de los componentes serán destruidos en el proceso de reingreso, y la probabilidad de causar daños a las actividades de la aviación y al suelo es extremadamente baja», según CNN.
