Qianfan, el nuevo gigante espacial de China quiere superar a Starlink : Digitall Post
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Qianfan, el nuevo gigante espacial de China que quiere superar a Starlink de SpaceX

Redacción

Por: Redacción

hace 3 meses

Qianfan, el nuevo gigante espacial de China que quiere superar a Starlink de SpaceX
  • Qianfan, el proyecto de China, planea lanzar 13,904 satélites para 2030, buscando rivalizar con la red Starlink de SpaceX y ofrecer conectividad global.
  • Con un ritmo de 7 lanzamientos diarios, Qianfan supera a SpaceX en cuanto a la frecuencia de lanzamientos de satélites, pero enfrenta retos en la cadena de suministro y calidad.
  • El primer lanzamiento de Qianfan generó escombros en órbita, con el riesgo de que los fragmentos amenacen a otras naves y agraven el problema de la contaminación espacial.

A medida que China continúa lanzando más satélites, el ambicioso proyecto Qianfan está tomando forma y acercándose al tamaño del Starlink de SpaceX.

En agosto, China dio un gran paso al lanzar su primer lote de satélites, marcando el inicio de la construcción de Qianfan, una mega constelación de casi 14,000 satélites.

El nombre «Qianfan» se traduce como «miles de velas», un reflejo de su magnitud y aspiraciones.



¿Qué es el Qianfan?

Dirigido por la empresa Shanghai Spacecom Satellite Technology (SSST) y respaldado por el gobierno de Shanghái, Qianfan cuenta con un presupuesto impresionante de 6,700 millones de yuanes (943 millones de dólares).

Con esta inversión, el proyecto se posiciona como un competidor formidable para SpaceX y su red Starlink. El objetivo de Qianfan es proporcionar conectividad global, mejorar el acceso en áreas rurales, impulsar el comercio electrónico y fortalecer la seguridad nacional en China.

SSST planea lanzar 13,904 satélites para 2030, una velocidad impresionante de 7 satélites por día, superando la tasa de lanzamiento de SpaceX, que ha puesto en órbita 6,895 satélites desde 2019.

BeiDou, el auge de la innovación

Para alcanzar esta meta, China desarrolló el sistema de navegación por satélite BeiDou, está construyendo una estación espacial y está ampliando su infraestructura espacial con grandes satélites de comunicación y naves de teledetección.



A pesar de que los cuatro puertos espaciales de China están operando al máximo de su capacidad, se están diseñando nuevos cohetes y puertos espaciales para soportar la expansión de Qianfan.

El auge de empresas privadas occidentales como SpaceX y Planet inspiró a China a avanzar en el sector espacial. Desde 2014, el país ha invertido en pequeños cohetes y satélites, lo que ha elevado a la industria espacial china a niveles competitivos internacionales.

Para apoyar este esfuerzo, se está construyendo un nuevo puerto espacial comercial en la isla de Hainan, que contará con hasta 10 plataformas de lanzamiento. Sin embargo, estos planes aún no garantizan el éxito del proyecto.

Ian Christensen, director sénior de programas del sector privado en Secure World Foundation, destaca un desafío clave y se pregunta si las entidades involucradas podrán mantener el ritmo necesario para cumplir con los cronogramas.

«La resiliencia y calidad en la cadena de suministro son cruciales, desde el lanzamiento hasta la fabricación de satélites y equipos terminales», expresó.

 

Las diferencias entre Space X y Quianfan

A diferencia de SpaceX, el proyecto Qianfan/G60 no está integrado verticalmente. Mientras que Starlink controla tanto el lanzamiento como la fabricación de satélites, Qianfan solo comenzó a establecer su entidad de fabricación en 2022, con su primer satélite producido a fines de 2023.

«¿Cómo se comportarán estos satélites en el espacio? ¿Mantendrá China la calidad de fabricación?», se cuestionó Christensen.

Más allá de su éxito o fracaso, Qianfan enfrenta riesgos significativos, como la contaminación espacial. El primer lanzamiento de Qianfan/G60 en agosto dejó cientos de fragmentos de escombros en órbita.

Además, dado que estos satélites operarán a 800 kilómetros de altitud, 250 kilómetros más alto que los satélites Starlink, los escombros podrían amenazar a las naves en órbitas más bajas. En su prisa por cumplir con los ambiciosos plazos, China podría aumentar este riesgo.

Con información de NotiPress.

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