* El papa Francisco pidió que las divisiones políticas y étnicas sean superadas para alcanzar una paz duradera en Sudán del Sur
En un hecho sin precedentes, el sumo pontífice Francisco I se arrodilló y besó los zapatos de los líderes que están en disputa por el poder en Sudán del Sur.
El acto se dio al concluir una entrevista inédita en el Vaticano entre el presidente Salva Kiir y el jefe rebelde Riek Machar, exenemigos llamados a gobernar juntos.
Durante la reunión, el papa abogó por el «respeto del armisticio» en Sudán del Sur.
Pero lo que más sorprendió a los presentes fue cuando el papa se puso de rodillas y les besó los zapatos a los tres vicepresidentes de Kiir.
“Expreso mi sentida esperanza de que las hostilidades cesen finalmente, el armisticio sea respetado, las divisiones políticas y étnicas sean superadas, y que haya una paz duradera por el bien común de todos los ciudadanos que sueñan con comenzar a construir una nación”, dijo el papa.
Fin de la violencia
Sudan del Sur, el país más joven del mundo, obtuvo su independencia de Sudán en 2011, luego de 22 años de conflicto.
El país se vio sumido desde diciembre de 2013 en la guerra civil.
El conflicto surgió por la rivalidad entre Salva Kiir y Riek Machar, ex aliados en su lucha común contra el régimen sudanés.
Ambos firmaron en septiembre en Addis Abeba un nuevo acuerdo de paz que prevé compartir el poder.
Con esto pondrían fin a cinco años de una guerra civil que causó más de 380 mil muertos y obligó a huir a cuatro millones de habitantes.
Ahora, las más altas autoridades civiles y eclesiásticas de Sudán del Sur se reunieron para «unos retiros espirituales» en la residencia donde vive el papa Francisco.
Durante este encuentro, el pontífice pronunció un discurso final junto con el jefe de los anglicanos, el arzobispo de Cantorbery Justin Welby.
Imagen: AFP