* Cleopatra vivía la sexualidad de una forma más natural, sin complejos
* La prostitución no era ilegal, incluso las familias solían regalar a sus hijas más bellas

No cabe duda que el antiguo Egipto es fascinante y muestra de ello fue su último reinado liderado por Cleopatra que según una investigación vivía la sexualidad de una forma más natural, sin complejos.

La prostitución no era ilegal, incluso se detalla que las familias a menudo solían regalar a sus hijas más bellas a los sacerdotes de los templos. Muchas practicaban la prostitución hasta que se casaban.

También existieron las «felatrices», mujeres que se dedicaban únicamente al sexo oral, una de las características que las hacía distintas a las demás, eran sus labios pintados de color rojo intenso.

La práctica sexual tenía un significado casi sagrado, de acuerdo a estudios. De hecho se cuenta cómo Osiris fue derrotado por su hermano, y las diversas partes de su anatomía esparcidos y recopiladas por Isis. Su falo nunca fue encontrado, por lo que se le colocó uno de arcilla, el Dios le hizo una felación y le dio vida.

Este mismo estudio revela que Cleopatra no era una felatriz, pero sí practicaba la felación. Se dice que por su arte con el sexo oral le pusieron muchos apodos como «Marichane», que quiere decir la boca de diez mil hombres, o «Chelión» que quiere decir la de los gruesos labios.

«Poseía una voluptuosidad infinita al hablar, y tanta dulzura y armonía en el son de su voz que su lengua era como un instrumento de varias cuerdas que manejaba fácilmente y del que extraía, como bien le convenía, los más delicados matices del lenguaje. Platón reconoce cuatro tipos de halagos, pero ella tenía mil», decía de ella Plutarco en sus vidas paralelas.

A partir de allí surgieron los rumores y varias leyendas urbanas, como que una noche se reunió con 100 oficiales romanos y les hizo una felación a cada uno de ellos hasta que eyacularon en una copa de oro para que ella bebiera su semen.

Imagen: Pixabay

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