Con la llegada a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador, los escoltas que en su momento cuidaron al exmandatario Enrique Peña Nieto (EPN) probablemente pensaron que se quedarían sin chamba.

Sin embargo, la llegada de Evo Morales como asilado en el país, dejó al descubierto que algo así como el extinto Estado Mayor presidencial, aún es viable.

¿Por qué? Resulta que el exiliado presidente de Bolivia acudió al Museo de la Ciudad de México.

En dicho recinto, la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum, lo nombró huésped distinguido de la CDMX.

Fue ahí donde se apreció el fuerte dispositivo de seguridad que fue asignado para la protección de Morales.

Pero lo más curioso del caso es que algunas caras son conocidas, pues son agentes que previamente fueron escoltas de EPN.

Todo esto llevó a pensar en diferentes vertientes.

En redes sociales, por ejemplo, en algunos noticieros del país, se preguntaron entonces si es verdad que el Estado Mayor Presidencial se disolvió como tal.

Es decir, quizá la organización sí, pero en teoría, quienes integraban dicho cuerpo de seguridad ahora formarían parte de otros cuerpos de seguridad.

Por ello, sorprende un poco que el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador haya hecho que los escoltas de EPN regresen a sus antiguas labores, casi como en los tiempos de las administraciones pasadas.

Además, sobre la austeridad, es cierto que el mandatario mexicano no tiene dichos gastos en seguridad.

Sin embargo, la austeridad parece no aplicar hacia el expresidente Evo Morales, ahora huésped distinguido de la CDMX.