El gobierno mexicano ofreció una disculpa pública a tres hermanas y a su madre indígenas que fueron violadas por militares en 1994. Este caso llegó, incluso, hasta tribunales internacionales.

Durante una ceremonia, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, dijo:

«Reconocemos el abandono institucional contra las comunidades indígenas; misma que ha colocado en una posición de extrema vulnerabilidad a las mujeres y a las niñas indígenas de nuestro país»

También te puede interesar: Gabinete de seguridad admite precipitación en liberación de Ovidio Guzmán

Asimismo, reconoció que esas condiciones permitieron que se violaran impunemente los derechos humanos y la dignidad de Ana, Beatriz, y Celia González Pérez y su madre Delia Pérez, indígenas tzeltales.

A su vez, las mujeres se quejaron que en la ceremonia no haya estado ningún representante de la secretaría de la Defensa. Es a dicha institución a la que pertenecían los perpetradores.

Hablan las cuatro mujeres indígenas violadas por militares

Posteriormente, las tres hermanas tomaron el micrófono para hablar en tzeltal. Explicaron las torturas sexuales a las que se les sometieron. Además, declararon que las violaciones fueron producto de un intento de venganza de los militares contra el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) que se alzó en armas el 1 de enero de 1994.

El 4 de junio de 1994 un grupo de militares detuvo en el estado de Chiapas (sureste y bastión del EZLN) a Ana, Beatriz, y Celia González Pérez. Ellas eran todavía unas niñas. También detuvieron a su madre Delia Pérez. A las cuatro se les interrogó, y mantuvo privadas de su libertad durante dos horas.

Desde Business Locker, te recomendamos: Cuatro indígenas chiapanecas regresaron de la India como ingenieras solares

Durante dicho lapso, las hermanas fueron separadas de su madre, golpeadas y violadas en reiteradas ocasiones por los militares.

En 2001 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos declaró la responsabilidad internacional del Estado mexicano en los hechos.