México y Ecuador acordaron este jueves impulsar la reactivación de un comité binacional de cooperación contra el narcotráfico y la farmacodependencia. Esto, en momentos en que el país sudamericano afronta una ola de violencia criminal con la participación de poderosos cárteles mexicanos.

El acuerdo se dio al cierre de la visita oficial que el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso realizó a Andrés Manuel López Obrador. Allí conversaron «sobre los retos de la seguridad a nivel regional y, de manera particular, en ambos países», informó la Presidencia de México.

Los jefes de Estado «reiteraron su compromiso de compartir información e intercambio de experiencias en el combate al narcotráfico. También en políticas implementadas para la búsqueda de la paz en cada nación», agregó el despacho presidencial en un comunicado.

Ecuador se convirtió en el puerto de salida hacia el mercado internacional de miles de toneladas de cocaína de Colombia y Perú. Todo, en medio de sangrientas disputas entre bandas locales al servicio de mafias internacionales.

Además de organizaciones colombianas, en Ecuador operan los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, los más poderosos de México, de acuerdo con un estudio del Observatorio Colombiano de Crimen Organizado (OCCO).

Aunado a ello se detectó la actividad de emisarios del Clan de los Balcanes, que integran albaneses, rusos, croatas, montenegrinos y serbios.

La violencia criminal ha forzado al gobierno de Lasso ha imponer toques de queda nocturnos en las provincias de Esmeraldas, Santo Domingo de los Tsáchilas y Guayas, las más golpeadas por este fenómeno.

Las incautaciones de droga también han crecido. En 2021, las autoridades ecuatorianas decomisaron una cifra récord de 210 toneladas de cocaína y en lo que va de este año las incautaciones alcanzan las 170 toneladas.

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