Imagen: AFP
Desde playas vírgenes de la costa de Guerrero hasta parajes de geografía insólita en Oaxaca, espléndidos destinos turísticos de México cierran a visitantes; sus pobladores temen contagiarse de Covid-19.
La pandemia, que en México ya suma 5.399 personas infectadas y más de 400 fallecidos, asusta a los habitantes de muchas comunidades, algunas incluidas por autoridades en la lista de «pueblos mágicos» para impulsar el turismo, pero que más allá de sus atractivos cuentan con precarios servicios de salud.
«A todo turista lo vamos a estar regresando desde donde venga, en los retenes, para evitar la contaminación [por el virus] hacia nuestros ciudadanos», dice Crisanto Moreno, comandante de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), una policía comunitaria.
La UPOEG cuenta con la venia del gobierno mexicano, debido a la fuerte presencia de grupos del crimen organizado en zonas rurales de Guerrero. La unión colocó puestos de control en puntos de la carretera federal que conducen a cinco municipios turísticos de la Costa Chica.
Destinos turísticos cierran a visitantes
Media docena de policías comunitarios, hombres humildes que calzan sandalias, se protegen del fuerte sol con gorras y pañoletas; empuñan escopetas mientras restringen el paso de vehículos particulares y autobuses que intentan visitar alguno de los balnearios vírgenes de la región.
«Les decimos a los turistas que por la contingencia [sanitaria], las playas están cerradas. Ya llegará el momento en el que se vuelvan a abrir; pero ahorita, por seguridad del mismo pueblo (…), mejor que se retiren por el momento», advierte Eusebio Rodríguez, comandante comunitario en Barra Vieja.
A pesar de que ya estaba estancada antes de la pandemia, las restricciones suponen un gran sacrificio para la economía mexicana, en la que el turismo representó 8,7% del PIB en 2019, con 45 millones de visitas e ingresos por 24.563 millones de dólares, según el gobierno.
Además de Barra Vieja, lugares como Playa Ventura, Marquelia, Pico del Monte o La Bocana son muy visitados por extranjeros.
Si alguien burla los retenes, la guardia aplicará sanciones conforme a sus usos y costumbres. Las medidas van, desde retener el vehículo, hasta imponer tareas de servicio comunitario, como barrer calles o recoger basura.
«Si se nos llegara a pasar un autobús o un vehículo, en otro puesto los van a retener hasta por 60 días», advierte Moreno.
Cierre de fronteras
Oaxaca es uno de los estados más turísticos por su enorme patrimonio cultural y natural; ahí unas 70 localidades mantienen bloqueado el paso por temor al nuevo coronavirus.
El «cierre de fronteras o clausura a personas ajenas» al lugar incluye destinos del interior y de playa, detalló Bernardo Rodríguez Alamilla, defensor del pueblo de Oaxaca.
Entre los municipios cerrados están Santa María Huatulco y San Lorenzo Albarradas, donde se ubican las cascadas petrificadas de Hierve el Agua.
Puerto Escondido, playa del municipio San Pedro Mixtepec, cuyas poderosas olas atraen a surfistas de todo el mundo, también trancó sus accesos y cerró todos los hoteles.
Pero las drásticas medidas pueden generar conflictos y Rodríguez dijo que se intenta disuadir a los municipios del «cierre de fronteras», pues algunos concentran los pocos servicios médicos disponibles para comunidades vecinas.
«Se puede poner en riesgo el derecho a la alimentación, el libre tránsito para personas de otras comunidades», señaló.
Los municipios no pueden bloquear legalmente accesos ni imponer restricciones de tránsito, pero las autoridades estatales han cedido para evitar conflictos con los pobladores, al tiempo que enviaron soldados de la Guardia Nacional para supervisar su implementación.
Por tiempo «indefinido»
Unos 80 km al sur de Ciudad de México, el «pueblo mágico» de Tepoztlán, la escapada favorita de muchos capitalinos y de extranjeros aficionados al esoterismo «nueva era», puso el cerrojo en sus accesos en vísperas de Semana Santa.
La AFP observó retenes permanentes de unos 30 pobladores en las dos entradas principales al pueblo.
«Se mantendrá mientras no haya pasado todo esto. Va a ser indefinido», dijo el alcalde de Tepoztlán, Rogelio Torres, muy preocupado porque el pueblo no cuenta con hospitales para atender eventuales casos de COVID-19.