* En internet existen sitios webs en donde ayudan a personas a concretar este tipo de relaciones; el de un hombre mayor adinerado, el sugar daddy y una mujer joven, la sugar baby

La proliferación de las aplicaciones y sitios web que ayudan a hombres mayores a conseguir “novias” jóvenes, apodadas sugar babies, han abierto el debate sobre si este tipo de relaciones se trata en realidad de una nueva forma de prostitución.

El diario El Tiempo publicó una serie de confesiones de mujeres jóvenes que han ofrecido sus servicios en páginas de citas como Seeking Arragement, una plataforma que ayuda a los sugar daddy a hacer contacto con jovencitas dispuestas a entablar una relación amorosa a cambio de una suma de dinero.

Como el testimonio de Andrea Martinez (nombre ficticio), quien a través de un sitio web como este entabló comunicación con Glenn (nombre ficticio), un hombre de 60 años de edad que estaba divorciado y que tenía dos hijos mayores que Andrea.

Cuando ella cumplió los 20 años, la modelo nacida en Medellín, sostuvo una relación de cinco meses con el hombre, a quien ella describe como “solitario y apartado”. Él fue su sugar daddy, un término que se refiere a hombres de entre 45 y 60 años de edad que ofrecen a mujeres de entre 18 a 25 años una compensación económica a cambio de su compañía, una relación estable o simplemente sexo, a las jóvenes se les llama sugar babies.

Sitios como Seeking Arragement ofrecen un espacio para concretar este tipo de relaciones, en las que el hombre mayor paga una mensualidad de 99 dólares para acceder a los perfiles de las sugar babies, quienes ingresan a la plataforma de manera gratuita.

Estos sitios operan como cualquier otra red de citas. El usuario abre un perfil, sube fotos y escribe sus intereses, ocupaciones y gustos, la única diferencia es que se especifica el nivel socioeconómico del que paga y la pretensión monetaria de la joven.

Esta página cuenta con presencia en 139 países y más de 108 millones de miembros activos, de los que 88 millones son sugar babies. Pero en este tipo de sitios también existen mujeres que buscan el amor de personas más jóvenes, a ellas se les llama sugar mommies.

“Una amiga me comentó que ella vivía de eso y que le pagaban el arriendo y la universidad. Me llamó la atención no tanto por la plata, sino por hacerlo y vivir la experiencia”, contó Andrea.

En un año y medio, la joven de 20 años tuvo tres sugar daddies, y durante ese tiempo obtuvo una ganancia de 12 millones de pesos. En el caso de Glenn, solo fue una relación virtual ya que él vivía en Estados Unidos.

“Comenzamos a hablar diario por WhatsApp. Era un hombre que no estaba interesado en lo sexual, sino en tener una relación y a alguien con quien conversar. Sin embargo, obviamente, quería que le mandara fotos y videos”, asegura.

Meses después conoció a otro sugar daddy, un hombre estadounidense de 55 años con quien sostuvo varios encuentros en Medellín.

“Me llevaba a cenar, le gustaba hacerme comida en su casa o comprarme cosas. Cada vez que nos veíamos me daba 400 mil o 500 mil pesos, así no pasara nada”, pero pese a que no fue un requerimiento, Andrea contó que sí sostuvo relaciones sexuales con su segundo sugar daddy.

El nacimiento de este tipo de sitios ha abierto el debate sobre si se trata de una forma sutil de prostitución o simplemente una nueva forma de entablar relaciones, en donde no existen juicios morales.

El sitio Seeking Arragement establece en sus términos y condiciones que se prohíbe cualquier “uso inadecuado” del sitio, incluyendo “la prostitución o el tráfico de personas”.

“Muchas personas ingresan solo para prostituir a las chicas, pero el sugar dating no se trata de eso sino de entablar una relación”, sostiene Andrea Martínez.

Imagen: Pxhere

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