Este año hay variedad, desde la poderosa balada y la canción de cuna, hasta un poco de electrónica y lo más puro del country. Pero si hay una categoría ya cantada (literal), es esta; es difícil creer que Lady Gaga se vaya esta noche sin su Óscar.

I’ll fight

Diane Warren no es ajena a la Academia. Con nueve nominaciones en su trayectoria, es sorprendente que esta compositora no sea reconocida por nombre en todo el mundo.

Warren realmente es de esas personas que dejan que su trabajo hable por ellas. ¿Quién no conoce “I don’t wanna miss a thing”, de Aerosmith, el clásico de Toni Braxton, “Un-Break my heart”, o la también nominada al Óscar “’Til it happens to you”, en colaboración con su ahora rival Lady Gaga?

Sí, Diane Warren es la reina de la balada en cine, pero en esta ocasión la fórmula no le servirá.

Increíblemente, aún con la voz de Jennifer Hudson, “I’ll fight” suena plana, aburrida… de molde. La canción, en palabras de la propia Warren, está escrita en la voz de Ruth Bader Ginsburg, la juez de la Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos en quien se centra el documental RBG.

Ginsburg es conocida como una defensora de los derechos de la mujer, con jurisprudencia en EUA que ha marcado historia en temas como el aborto y la discriminación. Esta canción no le hace justicia una mujer de su talla.

Lo mejor:

La voz de Jennifer Hudson

Lo peor:

Oh I will take up the struggle
Oh I know it’s a fight
So I’ll fight

The place where the lost things go

Una nana para dormir a tres pequeños que todavía no logran reconciliar su nueva realidad tras la muerte de su madre. Es sorprendente lo que la voz de Emily Blunt puede hacer. En cada nota, Blunt proyecta poder a través de la serenidad que una niñera debe tener para decirle a un infante que nadie desaparece por completo.

La gran desventajas de esta canción (y de la película en general) es su antecesora. En un escenario similar, la Mary Poppins de Julie Andrews, entona una de las canciones más bellas jamás escritas en la historia del cine. “Feed the birds” es una obra maestra, perfectamente orquestadas, jamás igualada. Cuenta la leyenda que el mismo Walt Disney, en su lecho de muerte, pidió escuchar la melodía una vez más.

La gran competencia de “The place where the lost things go” no es Lady Gaga, sino la genialidad de los hermanos Sherman en 1964.

Lo mejor:

Smiling from a star
That she makes glow
Trust she’s always there
Watching as you grow
Find her in the place
Where the lost things go

Lo peor:

So maybe now the dish
And my best spoon
Are playing hide and seek
Just behind the moon

When a cowboy trades his spurs for wings

Si hay una canción que refleje el humor, el tono, el ritmo y la pureza del cine de los hermanos Cohen es “When a cowboy trades his spurs for wings”, tema de “La Balda de Buster Scruggs”.

Una oda al espíritu country, esta joya lo logra todo al mismo tiempo. La armónica hace que la melodía sea graciosa, pero no burlona; la canción es, pues, dramática, pero no sentimental; fatalista e inspiradora.

Con el toque exacto, cada nota e inflexión en las voces de Willie Watson y Tim Blake Nelson, nos transportan al campo norteamericano donde todavía se escuchan los ecos de banjos y espuelas, vagando con el viento por años.

Lo mejor:

Yippee-ki-iy-ay
He shouts and he sings
When a cowboy trades his spurs for wings

All the stars

No sé cómo describir esta canción. Tiene todas las emociones en menos de cuatro minutos, y corre perfectamente con la película y el OST, producido por el mismo Kendrick Lamar.

En colaboración con SZA, Lamar llamó la atención de varios críticos que percibían cierto freno en el siempre polémico cantante.

Sin embargo, debemos recordar que es el tema principal de una de la películas más taquilleras de Marvel, y se comprende que se haya favorecido el tono comercial.

Aún así, la letra es desafiante; a veces cruda, otras más suave gracias a la voz de SZA. Esta combinación de poder, protesta y ternura, la hacen la contendiente más cercana para la canción favorita de esta terna.

Lo mejor:

You can bring a bullet, bring a sword
Bring a morgue, but you can’t bring the truth to me
Fuck you and all your expectations
I don’t even want your congratulations

Shallow

Con un meteórico ascenso en las listas de popularidad, un Globo de Oro y varios premios Grammy, el Óscar, parece el siguiente paso natural para esta canción.

No es de extrañarse, este tema no solo ha servido como apoyo para el OST, sino que es quizá la mejor parte de una película un tanto mediocre.

La genialidad de este tema, más allá de su letra, es que sirve, no sólo como un vehículo para la poderosa voz de Lady Gaga, sino también como el guión de una de las escenas más emotivas de este año.

La canción es franca, cruda y revela mucho acerca de los demonios internos de ambos personajes. Crece en cada segundo, hasta un punto en el que puedes sentir al personaje de Gaga romper sus barreras emocionales y psicológicas. Es una lástima que el propio guión no haya logrado esto.

Lo mejor:

I’m falling
In all the good times I find myself
Longing for change
And in the bad times I fear myself

Escucha a los nominados

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