El "gahwa" o café árabe: símbolo de hospitalidad en Qatar : Digitall Post
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El «gahwa» o café árabe: símbolo de hospitalidad en Qatar

AFP

Por: AFP

hace 3 años

El «gahwa» o café árabe: símbolo de hospitalidad en Qatar

Imagen: AFP

  • Se parte de la introducción del café etíope en la región hace 600 años.
  • La composición de la bebida, a partir de granos de café claros tostados y cocidos, además de cardamomo y azafrán.
  • En el cabeza de familia el que prepara el «gahwa» delante de sus invitados y sus hijos más jóvenes lo sirven. Todo un ritual

En casa, en el trabajo o en cualquier otro lugar… Servir café árabe es una tradición muy presente en Qatar y sus países vecinos del Golfo. Llega hasta el punto de considerarse un símbolo de «la hospitalidad» que pretende demostrar el país anfitrión del Mundial de futbol.

«No sabía ni siquiera que había granos de café ahí dentro. No tiene el gusto al café que conocemos», se sorprende Lanka Perera, una srilankesa de 29 años expatriada desde hace tres años en el pequeño emirato.

La bebida amarillenta con fuerte gusto a especias «se bebe casi todos los días», señala Perera. «Nuestros compañeros cataríes la llevan y nos la hacen tomar, pero no sabía con qué se hacía o cuál era su origen», admite. Esto, después de una sesión dedicada al famoso «gahwa» en Embrace Doha, un centro de cultura independiente.



Todo alrededor de este ritual supone una puerta de entrada a la cultura catarí. Se parte de la introducción del café etíope en la región hace 600 años —la leyenda dice que las propiedades de los granos fueron descubiertas por un pastor de Yemen— y se continúa por la composición de la bebida, a partir de granos de café claros tostados y cocidos, además de cardamomo y azafrán.

«El café italiano es muy conocido, ¿pero sabían que viene de aquí, del mundo árabe? Estamos muy orgullosos de ello, quizás por ello mucha gente lo utiliza, pero es también una manera excelente para iniciar una conversación», explica Shaima Sherif, directora general de Embrace Doha, un lugar situado en el corazón de Al Wakrah, al sur de la capital catarí.

«Símbolo de generosidad»

En las majlis (habitaciones de recepción y lugares centrales de sociabilidad, principalmente masculina), es el cabeza de familia el que prepara el «gahwa» delante de sus invitados y sus hijos más jóvenes lo sirven.

Se sirve con la mano izquierda con una cafetera tradicional llamada «dallah». Se bebe con la mano derecha en pequeñas tazas bautizadas «finjans», que se llenan a un cuarto de su capacidad para no quemarse los dedos y la degustación se acompañada de dátiles.



Cuando se está saciado, después de dos o tres tazas, se agita el «finjan» para comunicarlo en vez de decirlo en voz alto. Ello es una vestigio de una época en la que los sordos servían en los «majlis» para evitar que se filtraran asuntos sensibles, principalmente políticos o militares.

«El símbolo del café forma parte de nuestra historia. En centenares de años, el país ha cambiado, pero el café no», subraya Shaima Sherif.

En 2015, a iniciativa de los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita, Omán y Catar, el «gahwa» fue aceptado como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.

«Servir café árabe es un aspecto importante de la hospitalidad en las sociedades árabes y es considerado como un símbolo de generosidad», subraya la UNESCO.

Una «cálida hospitalidad» sobre la que los organizadores del Mundial-2022 ponen el acento, especialmente ante las preocupaciones internacionales por el recibimiento que tendrán los espectadores LGBTQ+ en el torneo supremo del fútbol.

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Nacional aranceles comercio Donald Trump Estados Unidos frontera México

Miedo en la frontera entre México-EU por los aranceles de Trump

AFP

Por: AFP

hace 2 semanas

Miedo en la frontera entre México-EU por los aranceles de Trump

En su camión cargado con vehículos Toyota, Raúl Hernández hace fila al amanecer para cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, preocupado por los aranceles que anunciará el presidente estadounidense, Donald Trump.

Si Trump sigue adelante con su plan para imponer estos impuestos aduaneros y obligar a las empresas a mover su producción a Estados Unidos, muchos trabajadores en México van a sufrir, dice.

«Va a dejar mucha gente sin trabajo aquí», asegura este conductor de 37 años a la AFP, mientras espera en la cola para pasar a la vecina San Diego desde Tijuana.

Las fábricas que operan empresas extranjeras son vitales para la economía de ciudades fronterizas como Tijuana y sus miles de trabajadores, señala Hernández.

Muchos puestos de trabajo dependen de las exportaciones a Estados Unidos. «Si las plantas paran por los aranceles sí perjudica a México, perjudica a la ciudadanía mexicana».

Detrás de él, en la fila de camiones, Omar Zepeda también transporta camionetas Toyota Tacoma desde una planta cercana de esa armadora japonesa.

Al igual que Hernández, Zepeda está nervioso por el impacto de los aranceles.

«Va a bajar bastante el trabajo con nosotros, porque va a subir el producto (de precio) y va a haber menos compras», prevé este conductor de 40 años.

«Viene algo difícil»

Las ciudades industriales del norte de México albergan miles de fábricas gracias a beneficios fiscales y al acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

La mayor parte de las familias en Tijuana trabajan en «el transporte y la mano de obra», apunta Zepeda.

«La verdad está muy difícil lo que viene», asegura.

El gobierno de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, también reconoce esa incertidumbre. Ha optado por esperar a conocer los aranceles de Trump antes de anunciar un plan económico «integral» para hacer frente a esta nueva amenaza.

Durante su descanso en una planta de Toyota a las afueras de Tijuana, Apolos Velas dijo que estos gravámenes darían un golpe brutal a la ciudad.

«Mucha gente se va a quedar sin trabajo», dice.

Ojo por ojo

En Tijuana, donde la pobreza y el crimen no dan tregua, no solo los empleados de fábricas y del transporte dependen de los miles de millones de dólares del intercambio comercial entre México y Estados Unidos.

Charito Moreno, quien vende burritos a los camioneros en un puesto junto a la barda fronteriza, dice que los aranceles lastimarían a toda Tijuana si las plantas despiden trabajadores.

«Toda la gente depende de esas empresas», afirma esta mujer de 44 años.

Si las compañías acuden al llamado de Trump para mover su producción a Estados Unidos, «sería muy trágico para Tijuana porque pues mucho trabajador se quedaría sin empleo», dice.

Al salir de un camión que lleva equipo para albercas a Estados Unidos, Antonio Valdez dijo que ahora los transportistas tienen más papeleo que entregar.

«Un trámite salía en una hora. Ahorita tardan todo el día en hacer el cálculo y el pago de impuestos» ya vigentes, dice, tras comprar un burrito y seguir su camino hacia Estados Unidos.

Aunque Sheinbaum ha descartado una respuesta del tipo «ojo por ojo, diente por diente», el camionero Alejandro Espinoza cree que México debe responder a Estados Unidos donde duele. Si imponen aranceles, «ya no les vamos a mandar aguacates. A ver cómo le hacen», dijo sonriendo.

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