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- Los españoles son los culpables de nuestro alcoholismo, según un estudio de la UNAM.
Según un estudio de la UNAM, tras la llegada de los españoles el consumo de bebidas alcohólicas aumentó, dando pie al alcoholismo en mexicanos.
Tras la «Conquista española» y la introducción de las festividades del calendario cristiano, la disponibilidad y el consumo de alcohol aumentó en la población mexicana.
Ello, porque tenían restringidas las bebidas alcohólicas, como el pulque, para ceremonias religiosas y festividades especiales.
Es así como con la conquista aumenta el alcoholismo, problemática que ha generado 20 años de pérdidas por enfermedades asociadas, refirió la especialista de la UNAM, María Elena Medina-Mora.
La experta en salud mental y adicciones refirió que de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Adicciones, el consumo de alcohol diario en la población de 12 a 65 años aumentó de 2011 a 2016.
Así como de 1.4 a 4.5 por ciento en hombres, y de 0.2 a 1.5 en mujeres.
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ESPAÑOLES, CULPABLES DEL ALCOHOLISMO
Durante la conferencia «El alcohol antes y después de 1519», la académica de la UNAM agregó que el beber más de cinco copas, aumentó de 20.9 a 29.9 en hombres y de 4.1 a 10.3 en mujeres.
Explicó que en la época precolombina, en México había un método de control efectivo para limitar la cantidad de alcohol que se tomaba a través del rechazo generalizado.
En tanto que hoy en día las normativas son limitadas y carecen de controles de vigilancia para garantizar su cumplimiento.
«En ese entonces los gobernantes aztecas tenían mecanismos para sujetar su consumo al ritual religioso. Sin embargo, tras la conquista, el discurso normativo del alcohol careció de medidas efectivas y además prevalecieron los intereses de mercado”, señaló.
En contraste, en épocas recientes los mexicanos consumen alcohol en grandes cantidades.
Asimismo, explicó que la destilación aportó un medio capaz de transformar una parte de la cosecha en una mercancía de fácil almacenamiento y transportación.
Por lo que las bebidas destiladas llegaron a ser un producto importante en el comercio colonial.
“El contexto histórico particular, en el cual se rompió el equilibrio entre la embriaguez permitida y los controles para limitar el abuso, no sólo fue posible adquirir bebidas como el vino, la cerveza o el aguardiente, también se adoptaron nuevos hábitos de consumo ocasional, pero excesivo, en especial en las fiestas”, indicó.